PRESENTACIÓN DE ESTUDIO
En Ecuador faltan recursos humanos y materiales para los programas de salud sexual y reproductiva
La sobrecarga de roles y funciones tienen potenciales repercusiones en su salud mental
OIM y MSP presentaron estudio sobre derechos sexuales y reproductivos.
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Redacción. Quito
El Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Ecuador han presentado la investigación denominada ‘
Diagnóstico Situacional sobre Salud Sexual y Salud Reproductiva (SSySR), Violencia basada en Género (VBG) y su vinculación con las personas en situación de movilidad humana’, que se ha desarrollado en dos fases.
La primera inició en junio de 2021 en
Quito, Manta y Machala. En la segunda, se incorporaron los
cantones de Guayaquil y Lago Agrio hasta abril de 2022.
“A través de los datos proporcionados por los funcionarios entrevistados se evidencia una
necesidad de impulsar procesos estratégicos, enfocados en modificar los patrones estructurales, y normas socioculturales vigentes, tanto en la sociedad, en los beneficiarios, así como en los propios funcionarios/as de los servicios de SSySR y de protección. Dicha estrategia debe contemplar una visión de integralidad que apunte a mejorar la calidad de vida de cada uno de los sujetos de derecho”, concluye el estudio.
Recursos humanos y materiales
Uno de los hallazgos es que el 100 por ciento de los funcionarios entrevistados ha referido “
una contracción importante en la contratación de personal técnico calificado vinculado con los programas estratégicos. Ello trasciende en la pérdida de eficacia y efectividad en los procesos, la acumulación de demandas insatisfechas por parte de la población, un incremento en la falta de credibilidad y eficacia de los servicios, la atención a las urgencias y el abandono de las estrategias de mediano y largo plazo”.
Asimismo, la saturación y la sobrecarga de roles y funciones en los responsables de los servicios públicos tienen
potenciales repercusiones en su salud mental.
La situación ocasionada por el COVID-19 ha elevado considerablemente la presión sobre los equipos de profesionales de la salud. Estas presiones no solo se han traducido en el incremento de la carga laboral sino también en el
peso de lidiar con situaciones límite que comprometen la salud mental de las personas. En función de esto se requiere la realización de diagnósticos especializados en salud mental de los equipos médicos, con miras al establecimiento de jornadas de autocuidado centradas en la salud física y mental de los profesionales de la salud, han recomendado los investigadores.
Por otro lado, el estudio ha revelado que
la alta rotación de personal constituye un problema estructural para asegurar la sostenibilidad de las intervenciones públicas. Esta situación se agrava en las zonas de salud que tienen diferentes necesidades por sus perfiles epidemiológicos, así como las diferencias de las provincias y cantones y sus disparidades en cuanto a capacidades y competencias para ejecutar las políticas.
En contexto, ha recomendado al MSP la asignación estable y suficiente de recursos humanos y materiales para la implementación de los programas de SSySR. Durante el desarrollo de la investigación se han hecho patentes las
carencias humanas y materiales presentes en el sistema de salud, en específico para la implementación de los programas y proyectos de SSySR.
En función de esta problemática,
la asignación de presupuestos basados en las necesidades reales y el reconocimiento a las múltiples complejidades apreciadas en los territorios, se torna imprescindible.
Otros resultados
En los últimos cinco años,
los principales servicios de salud sexual y reproductiva demandados por las personas han sido la planificación familiar y el retiro de métodos anticonceptivos (44.39 por ciento), exámenes de Papanicolaou (36.02 por ciento), pruebas de detección de VIH (32.36 por ciento), información sobre sexualidad (26.61 por ciento), control y atención del parto 23.39 por ciento.
El 84 por ciento de los participantes han referido haber requerido estos servicios en centros de salud pública,
44 por ciento en centros privados y un 2 por ciento en otros espacios.
Las intermitencias en los recursos asignados para el
Proyecto de Prevención de Embarazo Adolescente han retardado los efectos esperados de estas intervenciones. Las potencialidades de este proyecto, reafirman su importancia a la luz de concebir la multicausalidad del fenómeno y la necesidad de articulación con otros sectores y actores.
La disparidad territorial y la insuficiente capacitación del personal de la salud en el marco del proyecto, sus ejes de acción y metas, hacen que exista un
manejo diferencial de los temas al interior de los cantones de estudio. Las recientes disposiciones aprobadas en materia de aborto por violación generan el imperativo de vincular estrategias de información, acompañamiento y garantía de acceso a estos servicios en grupos de adolescentes, esencialmente en los casos de entre 10 y 14 años relacionados de manera estrecha con la violencia sexual.