Edición Médica

Gabriel Rosero, ministra coordinadora de Desarrollo Social.

Redacción. Quito
Un estudio, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), ha revelado la mala calidad de alimentación tras comparar la malnutrición que se vive en México, Chile y Ecuador.
  
La publicación denominada “El impacto social y económico de la doble carga de la malnutrición: caso Ecuador”, ha sido presentada en la Asamblea Nacional por la ministra coordinadora de Desarrollo Social, Gabriela Rosero.
 
La investigación ha evaluado el impacto humano y económico de la malnutrición en el país y los datos fueron recopilados entre el 2015 y 2016.
 
El objetivo es emplear los resultados para informar sobre la repercusión integral de la malnutrición en las personas, las familias y la economía de las naciones y además cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de acabar con la malnutrición en todas sus formas y para todas las personas en 2030, señala el documento.
 
Rosero ha considerado que este estudio busca además brindar evidencias sobre la transición nutricional “de nuestros países. América Latina y el Caribe está viviendo dos fenómenos, por un lado la desnutrición y, por otro, la obesidad y sobrepeso”.
 
En este sentido, ha recordado que los costos relacionados con la malnutrición van desde los relacionadas con la pérdida de vidas de las madres o de niños al nacer, el aumento de la mortandad de los niños al pasar los años; el aumento del costo en el proceso de aprendizaje de los pequeños e incluso un costo por la pérdida de productividad del país.
 
Según la ministra, en términos económicos el costo de la desnutrición le representa al Ecuador el 2,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los problemas relacionados con la obesidad y sobrepeso le representan el 4,3 (alrededor de 4.344 millones de dólares) del PIB.
 
El documento ha afirmado que si las cosas siguen como están para 2030 el Ecuador tendría 26 por ciento más de número de fallecidos debido al sobrepeso.
 
“El gran desafío que nos queda después de este diagnóstico es involucrar a un actor primordial que es el sector privado; a la misma comunidad para que entre en conciencia de lo que está consumiendo, lo que le está dando a sus hijos”, ha opinado la ministra.
 
Según ella, el Estado ya ha generado algunas acciones para cuidar la buena nutrición de los ecuatorianos como el semáforo nutricional, que se coloca en cada uno de los alimentos para informar a la gente sobre los niveles de azúcar, sal y grasa que está consumiendo.
 
“Esto representó una lucha entre el sector social y empresarial porque mientras se conseguía que la gente se enfermara menos y cuide más su salud, las empresas decían que las ventas de sus productos bajaron y eso les representaba un perjuicio”, ha recordado.
 
De allí que para la funcionaria, la Asamblea Nacional “es clave, pues allí se discutirá el Código de la Salud el cual debe institucionalizar el tema de etiquetado de alimentos y los impuestos a las bebidas azucaradas, lo que permitirá que desaparezca la publicidad engañosa y que la gente no consuma productos dañinos para su salud”.
 
La CEPAL y el PMA se han comprometido a desarrollar instrumentos que proporcionen evidencia para que los responsables puedan diseñar políticas públicas e implementar programas eficaces dirigidos a erradicar la malnutrición en todas sus formas. 

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