OPCIÓN TERAPÉUTICA
Eugenio Espejo reacredita sus programas de trasplante renal y de córnea
Este tratamiento aún no está en la conciencia pública
Izquierda: Kathia Tinizaray, directora Asistencial; Carlos Velasco, director Ejecutivo del INDOT; Malena Ortiz, gerente del HEE. Centro: personal del equipo multidisciplinario de trasplantes. Derecha: Oswaldo Alcocer, líder de Nefrología y Danny Flores, subdirector de Áreas Clínicas.
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Cristina Coello. Quito
En los últimos 4 años, el Hospital Eugenio Espejo (HEE) ha realizado
144 trasplantes renales, con un promedio de 30 a 35 anuales, cifra que expone la continuidad en este tipo de procedimientos y por lo cual
ha vuelto a ser acreditado por el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (INDOT).
Oswaldo Alcocer Arias, líder del servicio de Nefrología, Diálisis y Trasplante del HEE, ha señalado a REDACCIÓN MÉDICA, que el esquema de trasplante utilizado por esta unidad de salud
“es bien maduro”, promovido en gran medida por la Ley, “lo que ha permitido que tengamos los insumos necesarios”, ha destacado.
En total
25 médicos, entre nefrólogos, oftalmólogos, traumatólogos, médicos de Emergencia y Terapia Intensiva
han sido certificados para procurar y realizar trasplantes.
No obstante, el especialista se ha lamentado que el trasplante en el Ecuador “
no está todavía en la conciencia pública, ni en la de los médicos. Nosotros procuramos pacientes de muerte encefálica principalmente en este hospital, en el Militar y en el Carlos Andrade Marín, pero muy poco de la salud privada”.
Por ello, Alcocer ha considerado que la “evolución de la educación médica permitirá seguir al siguiente paso y realizar
trasplante de donante vivo relacionado”, tras el éxito de los programas sólidos de donante cadavérico.
“Los trasplantes son una muy buena opción terapéutica, pero hay que cambiar un poco la educación y mentalidad, darnos cuenta que
los sistemas de salud van avanzando”, ha añadido.
El especialista ha recordado que hace 20 años “la hemodiálisis generaba mucho misterio, era difícil, las plantas de tratamiento de agua tenían dificultades. Ahora ya es un
procedimiento rutinario”.
Educación al paciente
Alcocer también ha destacado que un programa de trasplante también
implica educación al paciente. “Nosotros lo empoderamos de su tratamiento. Tienen una responsabilidad bien grande por el apoyo que reciben”, ha añadido.
“Todos los tratamientos son limitados y ellos lo saben. Pero la población falla mucho en educación. Para llegar a insuficiencia han pasado de 20 a 25 años de deterioro. Hay que recordar que el
60 por ciento de la insuficiencia renal en el Ecuador es secundario a diabetes e hipertensión. Entonces debe haber corresponsabilidad”, ha opinado.
Las metas
A decir de Alcocer, para julio esperan retomar el trasplante de
donante vivo relacionado y en mayo el inicio de tratamientos de
plasmaféresis (desensibilización), para aquellos pacientes que no podían trasplantarse.