Edición Médica

Esteban Caballero, director del UNFPA para América Latina y el Caribe.

Redacción. Quito
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha presentado el informe de la situación actual de la población mundial denominado ‘Mundos Aparte, la salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad’, en el que expone la situación y las tendencias de la desigualdad en el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, y su correlación con las desigualdades económicas.
 
Este documento evidencia que según las disparidades económicas existe una “gran desigualdad en el ámbito de la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”. Por lo que, ampliar la disponibilidad y accesibilidad de la información y los servicios dará pie a mejores resultados en el ámbito de la salud reproductiva.
 
“Hoy en día, la desigualdad en los países no sólo tiene que ver con aquellos que tienen y aquellos que no tienen. La desigualdad tiene que ver cada vez más con aquellos que pueden y aquellos que no pueden. Las mujeres que carecen de los medios para tomar sus propias decisiones acerca del tamaño de su familia o que tienen una mala salud como resultado de una atención a la salud reproductiva inadecuada predominan en las filas de aquellos que no pueden”, ha aseverado Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA. 

Según el informe, “las desigualdades en la salud sexual y reproductiva están relacionadas con la desigualdad económica. Y actualmente, en la mayoría de los países en desarrollo el acceso más bajo a los servicios básicos de salud sexual y reproductiva se registra, por lo general, en el 20 por ciento de los hogares más pobres”
 
Otro de los resultados de este estudio, es que el uso de anticonceptivos es menor entre las mujeres más pobres, de las zonas rurales o con mayores carencias educativas que entre las mujeres más ricas, de las zonas urbanas y con un nivel de estudios superior. No obstante, hay excepciones que revelan un uso de la planificación familiar más equitativo en términos generales.
 
Asimismo, el documento detalla que las mujeres de los hogares más pobres tienen el acceso más reducido a la atención prenatal, en comparación con otros quintiles de riqueza. Sin embargo, la desigualdad basada en el lugar de residencia es menos notable en América Latina y el Caribe. Por ejemplo, en Guatemala, Guyana, Honduras, Perú y República Dominicana, la proporción de mujeres que recibe al menos cuatro visitas de atención prenatal es similar en las zonas urbanas y las rurales.
 
Esteban Caballero, director del UNFPA para América Latina y el Caribe, ha manifestado que con base a la realidad que muestra este informe, las políticas de salud sexual y reproductiva deberían dirigirse a atacar las brechas, disparidades y desigualdades, que actualmente existe a nivel mundial en ámbitos de derechos, información, acceso, ingresos, educación, empleo, entre otros.
 
“La desigualdad de género y la disparidad en el disfrute de la salud y los derechos sexuales y reproductivos son dos aspectos fundamentales que no reciben suficiente atención, especialmente el último. Aunque ninguna de estas dimensiones explica por completo la desigualdad en el mundo actual, son piezas esenciales que demandan mayor iniciativa”, ha indicado en el informe la UNFPA.

De su parte, Kanem ha dicho que "aquellos países que buscan hacer frente a la desigualdad económica pueden comenzar por enfrentar otras desigualdades, como aquellas en el ámbito de la salud y los derechos reproductivos, además de eliminar los obstáculos sociales, institucionales y de otro tipo que impiden a las mujeres desarrollar su potencial pleno”.

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