Edición Médica

Freddy Torres, jefe de Infectología del HCAM.

Jonathan Veletanga. Quito
Tras varias semanas de estabilidad en la curva epidemiológica, Ecuador ha vuelto a experimentar un nuevo repunte de casos de COVID-19, lo cual ha sido catalogado como un “pico epidémico” por parte de la ministra de salud, Ximena Garzón.
 
Según el investigador Esteban Ortiz, la positividad que reporta el Ministerio de Salud Pública (MSP) pasó de 5 por ciento a 22 por ciento en 7 semanas, es decir, un incremento del 340 por ciento.
   
EDICIÓN MÉDICA ha analizado esta situación desde la parte hospitalaria, con Freddy Torres, jefe de Infectología del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), una casa de salud que ve pacientes con COVID-19 a diario.
 
“Efectivamente los casos están incrementando, de hecho, hay un repunte: para el 1 de mayo nosotros llegamos a tener 62 casos, para el 17 de mayo subimos a 211, y para el 31 de mayo tuvimos 576 casos”. Obviamente esto alarma a la población, sin embargo, se debe tomar en cuenta que la mayoría de casos no han necesitado hospitalización y que la mortalidad tampoco está aumentando, lo cual es un factor positivo, ha manifestado.
 
En este sentido, el galeno ha asegurado que en este momento el HCAM no tiene ningún paciente en su área COVID.
 
¿A qué se debe este repunte? Precisamente al retiro de la mascarilla en espacios cerrados principalmente y al relajamiento de la población. Por ello, “ahora más que nunca es necesario seguir con las medidas (mascarilla y lavado de manos) en las oficinas, las aulas universitarias, el transporte público y los centros comerciales”. En este momento, la ciudadanía ya no puede seguir confiándose, ha explicado.
 
Si bien están incrementándose los casos, Torres ha pedido “no alarmarnos”. Más bien debería ser un llamado de atención para retomar la higiene de manos, el distanciamiento, el uso de la mascarilla en espacios cerrados y, sobre todo, la vacunación (aplicándose las dosis correspondientes, incluyendo los dos refuerzos).
 
Torres ha visto muchos pacientes se quedaron únicamente con dos dosis, no obstante, tras escuchar sobre el repunte de casos, buscan ir a los puntos de vacunación, pero no debería ser así. Lamentablemente, “tuvo que pasar esto para que la gente complete su esquema de vacunación”.
 
“Nosotros tenemos que acostumbrarnos al COVID-19, como una endemia, va a ser parte de nuestra vida y nuestra cotidianidad. Aparecerán picos en ciertas épocas del año, pero para eso están las vacunas”. Entonces, las recomendaciones son: no bajar las medidas y tener las vacunas al día, ha enfatizado.
 
Actualmente, la mayoría de pacientes acuden a las unidades médicas con cuadros respiratorios altos, dolor de garganta, congestión nasal, fiebre, malestar, es decir, con el famoso ‘trancazo’.
 
“Este trancazo posiblemente sea COVID… Por ello, ahora, todo síntoma respiratorio tiene que ser considerado COVID hasta que se demuestra lo contrario”. Lo mejor que pueden hacer las personas con síntomas es aislarse por un periodo de 7 a 10 días o por lo menos hasta que pase la sintomatología, ha agregado
 
Para Torres, es un hecho que la COVID-19 se convertirá en una endemia, pero aún es muy temprano para poder predecir con exactitud el comportamiento del virus y en qué semanas epidemiológicas aparecerán picos de casos. Por lo tanto, la población debe concientizar de que la enfermedad “va a convivir con nosotros” y que las vacunas son muy importantes para evitar una posible Terapia Intensiva.
 
“Una reacción adversa es más tolerable, que el efecto más grave de la enfermedad”, ha recalcado el especialista.

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