Edición Médica

Miembros del Frente Parlamentario Ecuador sin Hambre.

Redacción. Quito
En la Asamblea Nacional, el Frente Parlamentario Ecuador sin Hambre han mantenido una reunión junto a representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y el Frente Juvenil Ecuador sin Hambre, para avanzar en la construcción del proyecto de Ley de Alimentación Escolar.
 
Según la Asamblea, este proyecto considera los fundamentos básicos para garantizar a los escolares una óptima nutrición con productos orgánicos y, a su vez, permita que los productores de estos alimentos generen empleo para jóvenes y adultos.
 
“Una adecuada alimentación es fundamental para garantizar la salud de la población. Si tenemos una buena nutrición evitamos problemas de salud en el futuro”, ha manifestado Mauricio Proaño, coordinador del Frente.
 
Por este motivo, dentro de las consideraciones del nuevo esquema legal está el concepto de una buena alimentación y nutrición como primera defensa contra las enfermedades.
 
Proaño ha sostenido que la ley debe incluir aspectos como la certificación de los agroproductores, registros sanitarios, proteger la producción para mantener la soberanía alimentaria, mecanismos de contratación pública, políticas públicas para la distribución de alimentos y reglamentar las organizaciones de proveedores y las granjas agroecológicas.
 
“Es necesario unir esfuerzos para enfrentar los problemas de nutrición, en los parlamentos recae la responsabilidad de aprobar leyes relacionadas con el tema”, ha manifestado Jorge Lamar, asesor del Frente Parlamentario Ecuador sin Hambre.
 
En esta reunión, el asambleísta Ángel Sinmaleza, ha analizado el aspecto de la provisión de alimentos por parte de productores y agricultores que se dedican al cultivo orgánico, y ha enfocado el problema de la comercialización, como punto crítico para el abastecimiento puntual y continuo de estos productos.
 
En este sentido, ha expresado su preocupación porque entre el 20 y el 50 por ciento de los alimentos se desperdician, y ha expresado que es “imprescindible una política pública de optimización de alimentos para combatir la desnutrición”.

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