'Hacen gala de la actividad trasplantológica pero los pacientes no tienen medicinas'
Pacientes han enviado oficios a las autoridades detallando sus problemas
Washington Calle, director Fundación Ecuatoriana Protrasplantes.
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Cristina Coello. Quito
Washington Calle Coello, director Ejecutivo, la Fundación Ecuatoriana Protrasplantes ha informado que la situación de los
pacientes trasplantados en el Ecuador “es crítica” por la falta de
medicinas y atención médica oportuna, entre otros problemas.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, el representante de los pacientes ha sido muy crítico con los representantes de instituciones que “lucen” la
reactivación de la actividad trasplantológica y no atienden simultáneamente la problemática de los pacientes que ya se beneficiaron del procedimiento.
“Anuncian en los medios de comunicación los logros,
nos utilizan solo para la foto. Se están burlando de nosotros”, ha protestado el dirigente.
Según Calle,
no es ajeno para las autoridades sanitarias, tanto del Ministerio de Salud (MSP) como del Instituto de Seguridad Social (IESS), la “dramática situación” que enfrentan los pacientes por la falta de medicamentos, atención médica oportuna y prioritaria, entre otras dificultades.
También ha informado, se han
enviado oficios a la presidencia, vicepresidencia, MSP, IESS, Asamblea Nacional y hasta al Instituto Nacional de Donación de Órganos y Trasplantes (INDOT) detallando las prioridades de atención que, junto a pacientes con
enfermedades catastróficas, raras y huérfanas, requieren.
“Son constantes
e infructuosos los oficios o tuits” en redes sociales solicitando medicina inmunosupresora que, cuando llega a los hospitales, se termina en pocos días sin que se entreguen las dosis completas.
Calle ha alertado que
aproximadamente 3.000 pacientes realizan viajes interprovinciales hacia los hospitales de tercer nivel donde deben ser atendidos y recibir medicina. Ellos se exponen “al contagio de la COVID-19 para llegar y recibir la noticia de que se terminó la medicación. Algunos pasan 2 días de viaje para llegar a Quito”, por ejemplo.
Pero la adversidad no termina allí. Estas personas son convocadas nuevamente en 15 días, “no consideran que somos vulnerables y estamos con la amenaza permanente de varias enfermedades, no solo del coronavirus” y, sobre todo,
no reciben un trato digno, ni prioritario.
“Esto agrava nuestra situación económica” pues, además de gastar en los viajes, también están obligados a
comprar los costosos fármacos. Todo ello representa un “irrespeto a toda las leyes nacionales e internacionales que nos amparan”, ha reclamado el dirigente.
Calle ha relatado que en su caso, por ejemplo, el año pasado
solo recibió 6 meses de medicina inmunosupresora. “¿Dónde está el dinero que el hospital presupuestó para esos fármacos y que no me entregaron?”, ha cuestionado.
“Nosotros solo pedimos
que se termine esta odisea. Parece que no existe la voluntad política de hacerlo porque en los cargos directivos siguen las mismas personas que no permiten fiscalizar” las negociaciones, pero además ha considerado que “las
compras de ínfima cuantía (que realizan algunas unidades de salud) solo duran tres días, es decir que unos pacientes alcanzan unas pocas dosis y otros ninguna”, ha dicho.
Rechazo del órgano
Y la falta de medicina no es la única preocupación, también está la calidad de esta. “Los inmunosupresores que nos entregan son genéricos, que los mismos médicos tratantes están en desacuerdo, pero estamos obligados a recibir, poniendo en riesgo nuestras vidas; como ya ha sucedido con el
rechazo del órgano y fallecimiento de pacientes trasplantados”, ha relatado Calle.
El dirigente desconoce los datos oficiales sobre cuántos pacientes ya
reportan grave compromiso en sus órganos trasplantados, ni las pruebas que puedan determinar muertes por falta de medicina, pues estima que no llevan estadísticas y si las tienen “se quedan callados”.
“No podemos saber que las muertes son por falta de medicina o la causa del deterioro del órgano trasplantado.
Eso tiene que esclarecerse, debe haber transparencia. Ellos tienen la obligación de dar a conocer cual fue la causa de su fallecimiento” y los problemas que están atravesando algunos por el cambio de medicina.
Por ejemplo, en el HCAM, se encuentran pacientes hospitalizados por
enfrentar rechazo del órgano y ahora requieren con urgencia de un costoso tratamiento para evitarlo. Esos fármacos tampoco existen en el hospital.
La gestión del INDOT
Por su parte,
Patricio Ortiz, director ejecutivo del INDOT, ha asegurado que realizan conversaciones con las diferentes asociaciones de trasplantados para “llegar a los directivos de los hospitales y solucionar el problema de la falta de medicamentos”.
El directivo ha declarado a EDICIÓN MEDICA que también han propuesto que sean declarados “como en un
estado de emergencia los hospitales que atienen pacientes trasplantados”, ante la grave situación económica que enfrenta el sector salud.
En el caso del HCAM (Hospital Carlos Andrade Marín) donde se atiende
la mayor tasa de trasplantados del país, el directivo ha justificado las dificultades por el constante cambio de gerentes y ha recordado que en un periodo de 6 meses esa unidad tuvo tres gerentes.
“Eso causó
debacle en las compras públicas del hospital. Actualmente se están aclarando las cosas y acelerando para poder realizar una entrega total de medicinas e insumos a los pacientes. Ya se ha hecho pliegos de compra, pero eso demora alrededor de dos meses, de acuerdo con la
ley de contratación pública. El nuevo gerente está acelerando el proceso a través de compras ínfimas para regular hasta que llegue la compra grande”, ha detallado Ortiz.
En una próxima entrega detallaremos si el INDOT y el IESS entregan información relacionada a cuántos de los 6.500
trasplantados siguen vivos y otros datos.