HCAM perfecciona el diagnóstico del cáncer de cuello uterino con prueba de biomarcadores de tinción celular
La prueba se centra en el manejo de las pacientes con lesiones precursoras del cáncer
Paola Velastegui, jefe de la Unidad Técnica de Anatomía Patológica del HCAM.
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Jonathan Veletanga. Quito
En el marco del Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, REDACCIÓN MÉDICA ha conversado con dos especialistas del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), sobre cómo el
apoyo tecnológico se ha convertido en un complemento importante para diagnosticar y prevenir el cáncer de cuello uterino.
Según el Registro Nacional de Tumores, el
cáncer de cuello uterino es la segunda causa de mortalidad entre las mujeres ecuatorianas. Además, tiene mayor incidencia en las provincias de Loja, El Oro y Guayaquil.
Paola Velastegui, jefe de la Unidad Técnica de Anatomía Patológica, ha explicado que alrededor del 99 por ciento de cánceres de cuello uterino están asociados con cepas de alto riesgo (genotipos 16 y 18) del Virus del Papiloma Humano (VPH), por lo que, “los esfuerzos mundiales en relación de la prevención de esta neoplasia maligna,
se centran en el tamizaje oportuno del virus del VPH y en detectar las lesiones precursoras del cáncer”.
“Esto ayuda a los médicos
a detectar y tratar dichas lesiones antes de que se convierta en lesiones cancerosas invasivas”, ha asegurado la especialista.
Por este motivo, como parte de un complemento para el diagnóstico y prevención del cáncer de cuello uterino, el HCAM ha implementado una
nueva plataforma tecnológica denominada ‘Benchmark Ultra’, en la que se ejecuta la prueba automatizada de alta resolución ‘CINtec Plus’, en la que intervienen dos biomarcadores de tinción celular (P16 y Ki67). Esta permite mejorar el seguimiento y la intervención de las pacientes, ya que ayuda a identificar infecciones transitorias o transformantes por el Virus del Papiloma Humano (VPH), ocasionadas por los genotipos de alto riesgo. También, ha incorporado la citología líquida ginecológica.
“De esta manera tenemos una combinación de pruebas de diagnóstico molecular, celular e histológica, que ofrecen al médico información de gran utilidad para tomar decisiones apropiadas y
reducir el desarrollo del cáncer de cuello uterino y tratamientos innecesarios en las pacientes”, ha enfatizado Velastegui.
Según la especialista, las pruebas de biología molecular son muy sensibles para detectar presencia de los Virus del Papiloma Humano, sin embargo, para poder discriminar entre infecciones transitorias o transformantes por el virus,
es importante complementar con biomarcadores de tinción celular como el P16 y Ki67.
Fabián Salazar, ginecólogo del HCAM.
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Por su parte,
Fabián Salazar, especialista del Servicio de Ginecología, ha destacado la importancia que tienen los a
vances tecnológicos moleculares para identificar los virus de alto riesgo que infectan una paciente y que podrían avanzar a un cáncer cervical si no son identificados a tiempo.
“
Esto nos da facilidad para diagnosticar tempranamente el cáncer de cuello uterino”, ha dicho el especialista, quien ha indicado que el HCAM cuanta con avances tecnológicos moleculares importantes para el diagnóstico y la prevención de esta patología, así como para evitar complicaciones en las pacientes.
Salazar ha recordado que el cáncer de cuello uterino es uno de los cánceres que se pueden prevenir, y que cuándo se diagnóstica en etapas precoces es 100 por ciento curable. Por lo que, ha enfatizado la importancia de
diagnosticar de manera temprana la infección del VPH y sus estadios precursores del cáncer.
Equipo Benchmark Ultra. Foto referencial.
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En este sentido, el especialista ha recomendado a las mujeres, entre 35 y 45 años principalmente, a que
acudan a sus controles ginecológicos; se informen sobre las pruebas de prevención disponibles (VPH y Papanicolaou) y se concienticen sobre los factores de riesgo (inicio precoz de la actividad sexual, primer factor de riesgo).
El dato
En el HCAM se realizan alrededor de 15 mil pruebas moleculares de VPH por año, de las cuales, alrededor del
12 por ciento dan positivo para VPH de alto riesgo y el 42 por ciento de citologías presentan lesiones precursoras del cáncer.