MEJORAR DIAGNÓSTICO
Hospital Guayaquil implementa nuevo procedimiento en tiroides
Con la prueba disminuyen falsos negativos
Hamilton Abad, líder de Endocrinología del HAGP.
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Cristina Coello. Quito
Un n
uevo procedimiento más sencillo y preciso denominado punción, aspiración con aguja fina y ayuda ecográfica (PAAF) se está aplicando en el
Hospital de Especialidades Abel Gilbert Pontón (HAGP) de Guayaquil, para pacientes con nódulos en la
tiroides.
El líder de Endocrinología del HAGP,
Hamilton Abad, ha comentado con REDACCIÓN MÉDICA que la prueba permite descartar cáncer en la tiroides y dar seguimiento seguro cuando se encuentran
nódulos.
“La técnica permite
disminuir los falsos negativos o muestras insatisfactorias. Es una prueba mucho más sensible y precisa ya que la ecografía es una guía de imagen para ver si estamos en el lugar del nódulo y si podemos sacar una muestra adecuada”, ha detallado el especialista.
Según comenta Abad, “anteriormente se realizaba una
punción con una aguja fina, pero si son nódulos pequeños, había la posibilidad de no sacar la muestra con precisión”.
“La ayuda ecográfica permite ahora saber que estamos sacando una muestra adecuada y del lugar en que estamos interesados en estudiar”, ha reiterado.
Hasta el momento se han beneficiado entre
150 a 200 pacientes con el uso de la nueva técnica.
Incidencia
El
cáncer de tiroides no tiene una incidencia muy alta en el país, sin embargo, “los nódulos tiroideos se presentan en personas sanas en alrededor del 50 por ciento de la población”.
“Eso no significa que sean malignos. Es por ello que de acuerdo a criterios específicos, ya establecidos, se toma muestras para investigar y descartar” posibles anomalías, ha explicado Abad.
A nivel mundial se ha registrado un aumento en la incidencia y prevalencia de cáncer de tiroides. Pero “muchas veces tiene que ver con un
sobre diagnóstico y eso es lo que tratamos de evitar” con estos nuevos procedimientos, ha comentado el líder de Endocrinología.
Según el especialista del HAGP, alrededor de 3 al 4 por ciento de las personas que son estudiadas tendrán cáncer de tiroides. Y de ellos el 95 por ciento tienen un tipo diferenciado con una sobrevida de más de 5 años.