VARIANTES GENÓMICAS
Investigadores identifican dos cepas del SARS-CoV2 propias del Ecuador
Las nuevas cepas fueron encontradas y reportadas las últimas semanas
Paúl Cárdenas, investigador de la USFQ.
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Cristina Coello. Quito
Desde el inicio de la pandemia se han realizado
9 secuencias genómica del virus SARS-CoV2 en el Ecuador y ya se han identificado cambios importantes (mutaciones). Entre ellas,
dos variantes propias del país, ha informado
Paúl Cárdenas, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, ha señalado que los investigadores esperan procesar 20 genomas más, aunque el objetivo es llegar a secuenciar un centenar de muestras “para tener una
idea clara de lo que está circulando en el país”.
No obstante, eso implica también la constante búsqueda de financiamiento y mayor apoyo de las autoridades sanitarias tanto en
fondos como en logística, ha reconocido Cárdenas.
Las últimas cinco muestras analizadas provinieron de los hospitales IESS Babahoyo y Solca Quito, pero del total investigadas (9 genomas) se ha podido identificar que hay
6 diferentes introducciones en el país y “probablemente existan más”.
En lo que va del estudio del SARS-CoV2 en el país, Cárdenas ha dicho que
cinco variantes provinieron de Europa y una de Estados Unidos. Pero también ya se han encontrado dos variantes propias del Ecuador.
Y fue justamente en uno de los
estudios realizados con investigadores japoneses el que pudo identificar una de las cepas ecuatorianas. Por el momento no se ha encontrado esa cepa en otro lugar del mundo.
“Lo más probable es que existan variantes propias del país porque
el virus sigue mutando de persona a persona y seguramente habrá más que solo serán identificadas aquí”, ha dicho Cárdenas.
No obstante, ha anticipado que una de las cepas propias del Ecuador pertenece a un grupo de pacientes en Quito que “podría tener un
factor de virulencia extra” porque determinaron que ese virus “evita la función de los interferones a nivel intracelular”, lo cual agrava la situación de los pacientes.
Para Cárdenas esas variaciones del virus en algún momento “
pueden dar problemas en el diagnóstico” ya que en los kits de pruebas PCR que en la actualidad se están usando posiblemente no se los pueda identificar y arrojar errores en el resultado (falsos negativos).
Para las pruebas rápidas no presentarían mayor inconveniente ya que esas identifican anticuerpos. Sin embargo,
es probable que esas mutaciones produzcan variabilidad en los antígenos y tampoco sean detectados.
“Por eso hay que seguir viendo las mutaciones,
hay pacientes que tienen sintomatología y salen negativo en el PCR”, posiblemente se trate de una de estas mutaciones. Previamente habrá que verificar si la carga viral era muy baja, o que no se tomó bien la muestra, etc.
Cárdenas ha dejado claro que con las 9 muestras
no se pude adelantar que existen errores que puedan causar falsos negativos, pero su equipo ya analiza algunos pacientes.
De allí que ha insistido en la urgencia de
hacer más pruebas de diagnóstico y no solo a personas sintomáticas sino también a sus contactos, al personal de salud en general, porque ese grupo de personas “
puede ser un factor de transmisión importante para perpetuar esta ola de contagios”, ha dicho.
Mutaciones y contagio comunitario
Para Cárdenas es importante seguir investigando los diferentes genotipos del virus para, entre otras cosas,
rastrear el contagio comunitario, ver los cambios “no solo por introducciones sino por mutaciones dentro del país”, los problemas en diagnóstico y tratamiento de esas mutaciones y, luego determinar si con esas variantes será efectiva una posible vacuna.
“Siempre es importante
conocer el genoma del microorganismo, eso permite prever qué está pasando y qué va a pasar a corto tiempo. Este estudio debe continuar hasta que se acabe la pandemia y por otro lado es importante que el sistema de vigilancia epidemiológica continúe. Lo más probable es que otros virus surjan y produzcan casos en mayor o menor cantidad y hay que
entender lo que causan y la mejor manera de controlarlos”, ha manifestado el investigador.
Se sigue buscando fondos para continuar con el secuenciamiento que es bastante costoso. “
Traer un reactivo también conlleva muchas dificultades por la demora en los tramites de importación y los elevados aranceles. Hay universidades de otros países que nos ayudan pero aun así falta más”.