VISITA INTERNACIONAL
Jefa del Convenio para el Control del Tabaco insta al gobierno a evitar la reducción de impuestos
La jefe del Secretariado sugerirá a los legisladores revisar la propuesta de impuestos a productos del tabaco
Martes, 03 de diciembre de 2019, a las 15:21
Luiza da Costa, jefa de la Secretaría del Convenio Marco para el control del Tabaco de la OMS.
|
Cristina Coello. Quito
“De ninguna manera se debe bajar los impuestos” a los diversos tipos de cigarrillos, ha sugerido
Luiza da Costa, jefa de la Secretaría del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el
Control del Tabaco.
En entrevista con REDACCIÓN MÉDICA, da Costa ha solicitado al gobierno continuar con la política de Estado de
controlar el consumo de tabaco como una medida de salud pública costo-efectiva.
Aunque el 17 de noviembre, el Pleno de la Asamblea Nacional negó y archivó el proyecto de Ley de Crecimiento Económico (LCE), donde
se proponía reducir el Impuesto al Consumo Especial (ICE) a los cigarrillos (de 0,16 dólares por cigarrillo a 0,09 dólares), esa propuesta quedó plasmada en el informe aprobado para segundo debate, bajo el argumento de disminuir el contrabando de este producto.
“Ecuador ha avanzado mucho en términos de control del tabaco”, de hecho, la proporción de fumadores ha disminuido, ha precisado da Costa. Por ello ha considerado importante que “el proceso siga intacto”, más aún cuando el
Ecuador ratificó en 2006 el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) y preside el Protocolo de para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco.
La jefe del Secretariado ha considerado que “si de alguna manera (el gobierno) no está seguro en aumentar los impuestos (a los cigarrillos), que
de ninguna manera se los baje”, ha insistido.
Ha recordado que “cuando se baja los impuestos, los precios bajan y el consumo aumenta”, es decir, la
iniciación de consumo en los jóvenes “es una cosa que va a impactar en los costos de tratamiento salud del país y de abordaje a esos fumadores”, ha advertido.
Por otra parte, ha sido enfática en señalar que “no hay
ninguna razón para diferenciar los productos de liberación de nicotina, ni los productos calentados (vapeadores) o los de nicotina para inhalación. No hay por qué
promover este consumo con la reducción de impuestos”, ha exhortado Da Costa.
También ha aclarado que “la ciencia no ha comprobado, en ningún momento, que estos productos para calentar y vaporizar tengan algún tipo de
función de apoyo al fumador para dejar de hacerlo”, ó sean una terapia de reemplazo de la nicotina.
La especialista ha insistido en que por
detrás está la industria tabacalera “que intenta aumentar sus ganancias. El gobierno tiene que tener mucho cuidado al analizar cómo se encuentran sus recaudaciones en relación a los impuestos de tabaco. Hay muchos factores involucrados y la industria tabacalera
sigue con los mismos argumentos, intentando promover el concepto de que hay que bajar impuestos y precios para mejorar la recaudación tributaria, y esto no es verdad”, ha advertido.
Algunos datos
CMCT es el primer tratado internacional negociado con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fue
adoptado el 21 de mayo de 2003 por la Asamblea Mundial de la Salud y entró en vigencia el 27 de febrero de 2005 y fue ratificado por 40 países, entre ellos Ecuador en 2006 y el protocolo en 2015.
El consumo de tabaco es uno de los
principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas, como el cáncer y padecimientos pulmonares y cardiovasculares. La nicotina, componente de los productos de tabaco, es altamente adictiva y su consumo durante la niñez y la adolescencia puede llevar fácilmente a toda una vida de dependencia.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Ensanut 2012,
en Ecuador, la prevalencia del consumo actual de tabaco en la población de 10 a 14 años es del 12,8 por ciento
; de 15 a 19 años del 30,6 por ciento; y de 20 a 59 años del 31,5 por ciento.
Asimismo, el
39 por ciento de las causas de mortalidad en el país hasta el 2014, se relacionaron a los factores de riesgo conductuales de las enfermedades crónicas no transmisibles, entre los cuales se incluye el consumo de tabaco.