Edición Médica

Alejandro Nuñez, médico experto en temas de nutrición.

Diego Mosquera. Quito
“El consumo de lácteos por lo menos unas 3 veces al día podría reducir el desarrollo de cáncer de colon hasta en un 26 por ciento”, ha afirmado a REDACCÍON MÉDICA Alejandro Nuñez, médico experto en temas de nutrición.

El experto ha citado un estudio publicado por la Federación Panamericana de Lechería (Fepale) en conjunto con Universidades de Brasil y España en donde se pudo determinar que la leche influye como protector del organismo por su contenido de cisteína, vitamina D, ácido graso conjugado linoleico y como factor protector del calcio.  

“Se hicieron pruebas en pacientes que tenían alto riesgo de desarrollar cáncer por su estilo de vida y se lograron buenos resultados en la disminución del riesgo y desarrollo de este tipo de patología”, ha sostenido.

Además, Núñez ha manifestado que los lácteos presentan una estrecha relación con la prevención y tratamiento de enfermedades metabólicas, como: obesidad, hipertensión arterial, diabetes, dislipemias, osteoporosis y otros tipos de cáncer como el de mama y próstata.

Según la Fepale, en América Latina y el Caribe “la ingesta diaria de leche no alcanza los niveles mínimos recomendados por los especialistas, existiendo incluso casos donde el consumo medio está por debajo del 25 por ciento de lo recomendado”.

Consumo en Ecuador

La Encuesta Nacional de Salud (Ensanut) señala que en el país el consumo de lácteos es de 103 litros por habitante al año. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sea de 170 a 180 litros por persona.

Además, la mayoría de los países recomiendan al menos una porción de leche al día, si bien algunos países aconsejan hasta tres porciones diarias. Un vaso al día de 200 ml de leche entera de vaca aporta a un niño de 5 años, por término medio, un 21 por ciento de las necesidades proteicas y un 8 por ciento de las calóricas y micronutrientes esenciales.

Problemas con el etiquetado

El reglamento de Etiquetado de Alimentos Procesados contempla un sistema gráfico tipo semáforo conformado por tres barras horizontales de colores rojo, amarillo y verde, según la concentración alta, medio y bajo de azúcar, sal y grasa.

Según la normativa, en la etiqueta se debe incluir una declaración  en la que se informa si el producto contiene edulcorantes no calóricos, transgénicos y para las bebidas la advertencia sobre el consumo no recomendado de bebidas energéticas que contengan cafeína, taurina y/o glucoronolactona.

En este sentido, Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura,  ha sido enfático, “personalmente considero que hay un mal etiquetado en productos lácteos, el trabajo de este sistema es ayudar a que las personas se alimenten mejor no ha alejarlos de alimentos como la leche”.

De la Torre, ha puntualizado que en el etiquetado de los lácteos se generaliza el contenido de grasa y azúcar, lo que a su criterio es errado, “hay grasas benéficas que ayudan la prevención de enfermedades y otras como las saturadas que son perjudiciales, la cantidad de azúcar se estandariza en el total, sin considerar que la lactosa metaboliza azúcar que no es perjudicial y es natural, no es lógico que según el semáforo una gaseosa termine siendo más sana que un yogurt”, ha sostenido.

El dirigente reconoce que el etiquetado de alimentos en Ecuador es una buena propuesta pero que “debe ser revisada” para mejorarla.

“Un error grave es que se considere a la leche como una bebida, cuando en realidad es un alimento líquido alto en proteínas”, ha comentado.

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