GÉNERO Y PANDEMIA
La COVID-19 'es una crisis con rostro de mujer' que pide solucionarse mediante la participación igualitaria, según la ONU
Las mujeres representan el 70 por ciento del personal sanitario mundial
Las mujeres representan el 70% del personal sanitario mundial.
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Redacción. Quito
El Secretario General de la ONU,
António Guterres, ha dibujado un esbozo de lo que en su opinión es la
apariencia física del coronavirus al afirmar que “la COVID-19 es una crisis con rostro de mujer”.
Durante la jornada de apertura del 65 periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, el secretario ha considerado que la crisis causada por la enfermedad ha puesto de manifiesto lo
profundamente arraigada que está la desigualdad de género en los distintos sistemas políticos, sociales y económicos del mundo y dio varios ejemplos de ello.
“Esas disparidades han agravado por sí mismas los daños, y todos hemos pagado el precio. Las mujeres representan el
70 por ciento del personal sanitario mundial y ocupan la mayoría de los puestos de trabajo en los sectores económicos más afectados por la pandemia. En comparación con los hombres, las mujeres tienen un 24 por ciento más de probabilidades de perder su empleo y pueden esperar que sus ingresos disminuyan un 50 por ciento más”, ha alertado Guterres.
Añadió a esta lista el
aumento de la violencia contra las mujeres, desde los abusos sexuales hasta el matrimonio infantil, y el del trabajo en los cuidados no remunerados, todo ello creando “un daño incalculable” que “repercutirá a lo largo de décadas en las generaciones fututas”. Ante esta situación ha señalado que ya ha llegado “el momento de cambiar el rumbo”.
“La participación igualitaria de las mujeres es el cambio que necesitamos. Décadas de pruebas demuestran que
la participación de las mujeres mejora los resultados económicos, impulsa una mayor inversión en protección social, conduce a una paz más sostenible y hace avanzar la acción climática”, ha explicado.
A su vez, Guterres ha destacado que la pandemia ha evidenciado
el gran poder del liderazgo de las mujeres en contraposición a algunos líderes masculinos “fuertes”.
“En el último año,
las mujeres líderes se encuentran entre las que han mantenido las tasas de transmisión bajas y han puesto a los países en la senda de la recuperación. Por el contrario, los países con respuestas menos efectivas han tendido a ser aquellos en los que prevalecen los enfoques de los hombres fuertes, y los derechos de las mujeres están siendo atacados”, ha sostenido.
Cinco puntos para lograr la recuperación
El Secretario General ha colocado a las mujeres en el centro de su respuesta a la pandemia mediante la publicación de las primeras evaluaciones del impacto de la COVID-19
presionando para incluirlas en los paquetes de estímulo y mediante la cooperación con gobiernos y comunidades para atajar la violencia de género.
Guterrez han señalado que en muchos países las mujeres se gradúan a un ritmo mayor que los hombres en la educación superior y que ya poseen la
experiencia, capacidad y habilidades necesarias para impulsar la recuperación tras el COVID.
“Lo que necesitamos no es más formación para las mujeres, sino formar a los que están en el poder sobre cómo
construir instituciones inclusivas”, ha dicho y llamó a todos los líderes mundiales a establecer cinco puntos clave para promover la recuperación.
Primero ha propuesto conseguir la
plena igualdad de los derechos de las mujeres
derogando leyes discriminatorias y promulgando medidas positivas.
Luego
garantizar la paridad de representación -desde los consejos de administración de las empresas hasta los parlamentos, desde la educación superior hasta las instituciones públicas- mediante medidas especiales y cuotas.
También ha propuesto avanzar en la
inclusión económica de las mujeres mediante la igualdad salarial, los créditos específicos, la protección del empleo y las inversiones significativas en la economía de los cuidados y la protección social.
La cuarta propuesta ha sido establecer en cada país un plan de respuesta de emergencia para
combatir la violencia contra las mujeres y las niñas, y darle seguimiento con financiación, políticas y voluntad política.
Y el quinto punto es dar paso a la transición entre generaciones que ya está en marcha. Las
mujeres jóvenes promueven un mundo más justo e igualitario, y merecen un mayor apoyo, desde la primera línea de frente hasta internet, ha dicho.