La COVID-19 amenaza con borrar los avances en la reducción de mortalidad materna en las Américas
Más de 200.000 mujeres embarazadas se han enfermado de COVID-19 en la región
OPS ha hecho un pedido a los países.
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Redacción. Quito
Continúa la interrupción de los servicios de salud reproductiva y materna debido a la COVID-19 en las Américas, lo cual podría
borrar más de 20 años de avances en la reducción de la mortalidad materna y el aumento del acceso a la planificación familiar, ha advertido la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, que celebra el 28 de mayo.
Datos de 24 países indican que más de 200.000 mujeres embarazadas se han enfermado de COVID-19 en las Américas y
al menos 1.000 han fallecido por complicaciones del virus, ha informado
Carissa Etienne, directora general de la OPS.
“Quiero destacar las
devastadoras repercusiones sanitarias, sociales y económicas que este virus ha tenido en las mujeres”, ha dicho la funcionaria. Por este motivo ha pedido garantizar a las mujeres, adolescentes y niñas el acceso a la atención durante la pandemia.
Según la OPS, la tasa de mortalidad materna en América Latina y el Caribe se redujo de 96 a 74 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos entre 2000 y 2017, es decir, una
reducción global del 23.1 por ciento.
La funcionaria ha manifestado que las mujeres se han visto especialmente afectadas por la interrupción de los servicios de salud reproductiva y materna. “Según estimaciones de la ONU, hasta
20 millones de mujeres en las Américas verán interrumpido su control de la natalidad durante la pandemia, ya sea porque los servicios no están disponibles o porque las mujeres ya no tendrán los medios para pagar la anticoncepción”.
En este sentido, la OPS ha indicado que también se ha interrumpido, en casi la mitad de los países de las Américas,
la atención al embarazo y al recién nacido.
Las mujeres embarazadas son
más vulnerables a las infecciones respiratorias como la COVID-19. Si se enferman, tienden a desarrollar síntomas más graves, que muchas veces requieren intubación, lo que puede poner en riesgo tanto a la madre como al bebé.
Etienne ha asegurado que “
casi todas las muertes maternas son evitables e incluso volver a los niveles de mortalidad materna anteriores a la pandemia, que ya eran altos, podría llevar más de una década".
“
Instamos a los países a hacer precisamente eso: actuar. Podemos empezar por garantizar que las mujeres y las niñas accedan a los servicios de salud que necesitan, como los de salud sexual y reproductiva, y la atención relacionada con el embarazo y el recién nacido, durante la respuesta a la COVID-19”, ha enfatizado Etienne.
La representante de OPS ha recordado que las mujeres, que representan
más del 70 por ciento del personal sanitario de América Latina y el Caribe, llevan la peor carga de la respuesta al COVID-19”, además, sufren un impacto económico mucho mayor.
“Las mujeres, que ya son más propensas a vivir en la pobreza, también tienen más probabilidades de haber perdido sus empleos al comienzo de la pandemia… D
ebemos recordar que los retos y las desigualdades a las que nos enfrentábamos antes de la COVID-19 no han desaparecido durante la pandemia, sino que han empeorado y no pueden pasarse por alto. Por eso debemos hacer de la protección de la vida de las mujeres una prioridad colectiva", ha agregado.