La OMS emite una alerta por falsificación de medicamentos para tratar la diabetes y para adelgazar
Este es el primer aviso que la OMS emite oficialmente tras la confirmación de algunos informes
El fármaco original se conserva en frigorífico.
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Redacción. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta sobre
medicamentos falsificados que contienen
semaglutida. Estos medicamentos se emplean en algunos países para tratar la
diabetes de tipo 2 y la
obesidad.
El organismo ha especificado tres lotes falsificados de medicamentos que pertenecen a la familia de la semaglutida (de la marca Ozempic), que se detectaron en 2023: en el
Brasil y en el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en octubre, y en los
Estados Unidos de América en diciembre.
El
Sistema Mundial de Vigilancia y Monitoreo ha constatado un incremento de las notificaciones de medicamentos falsificados con fármacos de la familia de la semaglutida en todas las regiones geográficas desde 2022 pero éste es el
primer aviso que la OMS emite oficialmente tras la confirmación de algunos de estos informes.
Yukiko Nakatani, subdirectora General de Acceso a Medicamentos Esenciales y Productos de Salud de la OMS, ha señalado que la organización “aconseja a los profesionales de la salud, los organismos de reglamentación y la población que estén atentos a la existencia de estos lotes falsificados de medicamentos. Las partes interesadas deben dejar de utilizar todo
medicamento sospechoso e informar a las autoridades competentes”.
No forman parte de los tratamientos recomendados
Los medicamentos que contienen fármacos de la familia de la semaglutida, incluida la marca que se ha falsificado, se recetan a personas con diabetes de tipo 2 para reducir su
concentración de azúcar en la sangre. Estos fármacos también reducen el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. La mayoría de estos medicamentos se inyectan bajo la piel una vez a la semana, pero también se comercializan en forma de
comprimidos que se toman a diario por vía oral.
Debido a que se ha demostrado que, además de reducir el azúcar en la sangre, estos medicamentos inhiben el apetito y en algunos países se prescriben cada vez más para
adelgazar.
Sin embargo, la OMS ha venido constatando un aumento de la
demanda de estos medicamentos y de los informes sobre versiones falsificadas que pueden dañar la salud de las personas. Si estos medicamentos no contienen los componentes necesarios, pueden provocar complicaciones derivadas de la falta de control de los
niveles de glucosa en sangre o del peso. En otros casos, las inyecciones falsificadas contienen otro principio activo no declarado, por ejemplo, insulina, lo que puede provocar una serie impredecible de
riesgos o complicaciones para la salud.
Los medicamentos que contienen fármacos de la familia de la semaglutida no forman parte de los tratamientos recomendados por la OMS para controlar la diabetes, debido a su
elevado costo actual, se ha advertido.
Según el organismo internacional, ese costo “supone un obstáculo que hace que estos productos no resulten adecuados desde el punto de vista de la
salud pública, cuyo propósito es facilitar a la población el acceso más amplio posible a los medicamentos, además de encontrar un equilibrio entre las normas de atención consolidadas y las posibilidades de aplicación a gran escala en los lugares que disponen de pocos recursos. Cabe señalar que
hay tratamientos más asequibles para la diabetes que tienen efectos sobre la glucemia y el riesgo cardiovascular similares a los de los fármacos de la familia de la semaglutida”.
De allí que la OMS ya adelantó que se está elaborando
directrices de asesoramiento rápido sobre el posible uso de los
agonistas del receptor del péptido similar al glucagón de tipo 1, incluidos los fármacos de la familia de la semaglutida, para tratar la obesidad en el adulto y como parte de un modelo de atención más integral. Dichos agonistas se prescriben en el marco del tratamiento de la diabetes para reducir la glucemia y favorecer la pérdida de peso.
Medidas preventivas
La OMS, ha sugerido que para protegerse de los medicamentos falsificados y de sus efectos nocivos, los pacientes que utilicen estos productos pueden tomar medidas como adquirirlos
con una receta médica autorizada y no de fuentes desconocidas o no verificadas, como las que se pueden encontrar en Internet.
“Hay que comprobar siempre el
envase y la fecha de caducidad al comprar un medicamento y seguir las instrucciones prescritas para utilizarlo. En el caso de las inyecciones de fármacos de la familia de la semaglutida, los pacientes deben asegurarse de que se
conservan en el frigorífico”, ha detallado un comunicado oficial.