La OMS publica directrices actualizadas sobre la atención a los niños y adolescentes con tuberculosis
El organismo pidió aumentar la inversión en los servicios y la investigación
Dos tercios de los niños que podían recibir profilaxis no han sido tratados.
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Redacción. Quito
En el
Día Mundial de la Tuberculosis (24 de marzo), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado las directrices actualizadas que incluyen nuevas recomendaciones sobre el
diagnóstico, la prevención y el tratamiento centrados en el paciente y sobre todo información para la atención a los niños y adolescentes con la enfermedad.
Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial sobre Tuberculosis ha señalado que en las actividades de prevención y tratamiento de la tuberculosis “se atiende menos a los niños y adolescentes que a los adultos. Las directrices publicadas hoy por la OMS deberían cambiar esta situación para que
se diagnostique y se trate antes esta enfermedad en dicho grupo de edad, mejore el desenlace clínico de los pacientes y se detenga la transmisión. La prioridad ahora es generalizar con rapidez la aplicación de esas orientaciones en los países a fin de evitar el sufrimiento y la muerte que causa esta enfermedad a estos niños y jóvenes”.
Entre las principales recomendaciones están: la ampliación de la realización
de pruebas diagnósticas para incluir las muestras no invasivas, como las heces. También están las
moleculares rápidas para diagnosticar inicialmente la tuberculosis en los niños y adolescentes.
La OMS ha recomendado
tratar durante 4 meses, en vez de 6 meses, a los niños y adolescentes que presenten formas no graves de tuberculosis farmacorresistente; del mismo modo, se recomienda una pauta terapéutica de 6 meses de duración para la meningitis tuberculosa, en vez de los 12 meses aconsejados hasta el momento. De este modo, se centra la atención en el paciente y se reducen los costos para los niños, los adolescentes y sus familias.
El organismo ha pedido
utilizar bedaquilina y delamanid, dos de los
nuevos fármacos disponibles para tratar la tuberculosis farmacorresistente, en los niños de todas las edades, con el fin de que puedan tomar estos tratamientos orales con independencia de su edad.
A todo eso, ha sugerido implementar en los países
nuevos modelos de atención integrada y descentralizada a la tuberculosis que permitirán prestar prevención y tratamiento a los niños y adolescentes más cerca de sus domicilios.
Aumentar la inversión
Por otro lado, la OMS ha pedido urgentemente inversiones, ayudas, atención e información para luchar contra esta enfermedad. Aunque se ha salvado la vida a 66 millones de personas desde 2000, la pandemia de la COVID-19 ha revertido estos logros y,
por primera vez en más de una década, en 2020 aumentó la mortalidad por tuberculosis. Además, los conflictos que azotan Europa oriental, África y Oriente Medio han agravado la situación que viven los grupos poblacionales vulnerables.
Entre 2018 y 2020 se trató contra la tuberculosis a 20 millones de personas, una cifra que llega solo a la mitad de los 40 millones previstos en la meta fijada para el periodo comprendido entre 2018 y 2022. Durante ese mismo periodo se administraron
tratamientos profilácticos contra la enfermedad a 8,7 millones de personas, es decir, solamente el 29 por ciento de los 30 millones previstos.
La situación es incluso peor para los niños y adolescentes que padecen la enfermedad. De acuerdo con las estimaciones correspondientes a 2020, un 63 por ciento de los niños y los adolescentes menores de 15 años con tuberculosis no recibieron tratamiento o no consta que se les hayan brindado los servicios de diagnóstico y tratamiento antituberculosos que les pueden salvar la vida. Es más, esta proporción fue incluso superior (del 72 por ciento) para los niños menores de 5 años; es decir, casi
dos tercios de los niños de estas edades que cumplían los requisitos para recibir tratamientos profilácticos no han sido tratados y, como consecuencia de ello,
corren riesgo de contraer la enfermedad.
Por otro lado,
la COVID-19 ha afectado desproporcionadamente a los niños y adolescentes con tuberculosis o que corren riesgo de contraerla, debido a que ha aumentado la transmisión en sus hogares y han tenido menos ocasiones para acudir a un centro de salud.
En el Día Mundial de la Tuberculosis, la OMS ha pedido a los países que
restablezcan con urgencia el acceso a los servicios de atención a la tuberculosis para todas las personas que los necesitan y, sobre todo, para los niños y adolescentes, tras las interrupciones causadas por la pandemia.
El dato
La tuberculosis continúa siendo una de las
enfermedades infecciosas más mortíferas. Cada día, se lleva la vida de más de 4.100 personas y cerca de 30.000 contraen esta enfermedad que se puede
prevenir y curar.