AUMENTO DE CASOS
La Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública pide cambiar la estrategia frente a Ómicron
Entre las propuestas sugiere al MSP liderar el COE
Piden articular acciones con el Seguro Social Campesino.
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Redacción. Quito
En un pronunciamiento oficial, la
Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública (SESP), frente al explosivo crecimiento de casos de la COVID-19 ha estimado oportuno
cambiar la estrategia de control de la pandemia tanto en el Ministerio de Salud Pública (MSP) como en la Seguridad Social (IESS).
Aunque reconocen que los nuevos casos tendrían un impacto atenuado sobre la mortalidad, “gracias a las características de la variante, a la protección de las vacunas y un mejor manejo clínico de pacientes, puede en cambio
desbordar los servicios de salud, por una súbita demanda de atención”.
Y si bien un importante número de personas en el país están vacunadas, para la SESP eso es insuficiente frente a la situación actual y por ello han instado al gobierno a “un cambio de estrategia para su control, tanto en el MSP como en el IESS”.
Sin concentrarse en los hospitales y “asegurando
una respuesta eficaz de servicios primarios de salud fortalecidos, que propicien una dinámica familiar comunitaria de autocuidado, prevención y contención”, han considerado necesario priorizar en toda la red de servicios la atención de pacientes con factores de riesgo (hipertensión, diabetes, obesidad) para disminuir su vulnerabilidad y posibilidad de casos graves o fatales.
La SESP ha insistido en que el fortalecimiento de servicios primarios permitirá “
institucionalizar un diligente sistema de vigilancia epidemiológica, con capacidad potenciada de prevención, oportuna detección y aislamiento de casos y contactos, debidamente definidos y clasificados”.
Para tal fin, las
pruebas diagnósticas son de gran utilidad, por lo que el Estado “debe asegurar su acceso a la población,
entregándolas directamente o facilitando su provisión, condiciones y costos, debidamente regulados, a través de otras redes de atención, e incluso mediante adquisición de instituciones o personas”.
Construcción de un sistema real
Por otro lado, la SESP ha insistido en iniciar la construcción de un “real Sistema Nacional de Salud, a fin de sinergizar capacidades institucionales y optimizar el uso de recursos, por ejemplo, en el primer nivel,
articulando acciones con el Seguro Social Campesino”.
Así mismo ha pedido al MSP liderar las acciones del COE (Comité de Operaciones de Emergencia) Nacional,
suministrando oportunamente información epidemiológica útil para una correcta toma de decisiones (sin descartar confinamientos) y propiciar mejor coordinación con GAD (gobiernos autónomos descentralizados) cantonales y COE locales.
En tal contexto, han estimado necesario
compartir información actualizada con grupos de expertos para investigación y generación de evidencias.
Para la SESP, la gestión de la salud pública, en general, y de la pandemia, en particular, “se ve obstaculizada por la
absurda zonificación territorial instaurada en 2012, cuando se eliminaron las provincias como centros administrativos, creando coordinaciones zonales lejanas a la dinámica poblacional lo que determina, por ejemplo, que las
medicinas o vacunas destinadas a Cayambe, Puerto Quito y demás cantones rurales de Pichincha deban ser suministradas desde Tena, o que la gestión de Galápagos o Guaranda sea conducida desde Milagro”.
Y en ese sentido, para esta organización científica también falta
correspondencia entre la información generada en zonas y distritos, con los reportes oficiales del INEC, por parroquias, cantones y provincias. “Al parecer las autoridades de gobierno o desconocen este despropósito, no dimensionan sus efectos negativos, o no tienen la voluntad política para cambiarlo”, han señalado.