Edición Médica

El promedio de estancia es de 7 a 14 días.

Redacción. Quito
Desde enero hasta la fecha han sido atendidos en UCI Pediátrico un total de 220 pacientes, de los cuales 180 son pacientes de múltiples patologías y 40 por COVID-19, ha informado el Hospital General Vicente Corral Moscoso de Cuenca.
 
El hospital cuenta con un área especializada en el cuidado intensivo crítico de pacientes pediátricos desde el 2012, pero a partir del 2017 aumentó de 2 a 6 camas y desde la pandemia se abrió el área de terapia intensiva COVID-19 pediátrica con cuatro cupos.
 
Xavier Abril, responsable de UCI pediátrica, ha recalcado que “en la UCI están pacientes que requieren atención especializada para el manejo de alguna patología que pone en riesgo la vida”.
 
La capacidad operativa es de seis camas instaladas en el área polivalente, donde se manejan múltiples patologías que pueden ir desde infecciones respiratorias, digestivas, neurológicas, traumatismos y también por cirugías de alta complejidad (cirugías cardiovasculares, abdominales).
 
Abril ha insistido en que el trabajo es 24 horas, los siete días de la semana, en horarios rotativos de su personal en un hospital de referencia, que recibe pacientes pediátricos de la zona 6 (Azuay, Cañar y Morona Santiago); pero también llegan de El Oro, Chimborazo y Guayas.
 
Esta UCI pediátrica cuenta con seis médicos tratantes, dos de terapia intensiva, nueve licenciadas de enfermería entrenadas en la atención de un paciente pediátrico grave. Además, están los profesionales de terapia respiratoria, fisioterapia, estimulación temprana, y el apoyo de las subespecialidades pediátricas con que cuenta el hospital (gastroenterología, neumología, cirugía cardiovascular, endocrinología, nefrología, nutrición).
 
Según ha informado el hospital, la permanencia en UCI es variable, con un promedio de entre 7 a 14 días, dependiendo de la patología y de la respuesta de cada paciente.
 

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