EMERGENCIA SANITARIA
Brigadas médicas y control de carnés: acciones contra la fiebre amarilla en las zonas fronterizas de Ecuador
En Ecuador los niños de 12 meses de edad deben recibir la vacuna contra la fiebre amarilla
Natalia Aumala, subsecretaria de vigilancia del MSP.
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Cristina Coello. Quito
Frente a la emergencia sanitaria ante los casos y muertes por la fiebre amarilla en Colombia, el Ministerio de Salud Pública (MSP) de Ecuador ha insistido en las elevadas tasas de vacunación de su población infantil (95 por ciento). Pero ¿qué pasa con su población adulta?
Natalia Aumala, subsecretaria de vigilancia prevención y control de la salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), en entrevista con EDICIÓN MÉDICA, ha informado que el denominado
esquema tardío de vacunación está a disposición de las personas hasta los 59 años.
El MSP no ha desglosado aún los datos relacionados al porcentaje de personas vacunadas en el esquema tardío, sin embargo, la subsecretaria ha asegurado que el país ha reforzado “los
cuidados en frontera” relacionados con “bridas médicas permanentes” donde se oferta la vacuna tanto a viajeros como a personas o pobladores que no la han recibido.
Según Aumala, los extranjeros que llegan al país y que permanecen en las zonas fronterizas, principalmente amazónica, se aplica un
cerco epidemiológico durante 10 a 15 días para verificar que no son un agente causal de la infección viral.
Y tal como lo ha notificado el MSP, ya se registró un primer caso en Ecuador por lo que la subsecretaria ha insistido en que eso podía ocurrir, pero los altos porcentajes de vacunación son un medio que le permite a la autoridad sanitaria “
gestionar de forma inmediata, concisa y oportuna estos casos”, así como evitar su propagación.
En ese sentido, la funcionaria ha recomendado a la población “no automedicarse. Los
síntomas no son los comunes y es prioritario acudir a un centro de salud cercano” donde se hará un diagnóstico.
Centros de enlace fronterizos y certificado obligatorio
Por otro lado, la funcionaria ha insistido en transmitir tranquilidad debido a que el país, además, tiene activados los
centros de enlace fronterizos, los cuales están anclados al MSP, pero también a
centros internacionales como la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y esto permite “intercambiar
información en tiempo real y apropiado frente a la alerta” de enfermedades.
“Colombia hace unos 8 o 10 días levantó esta
alerta sanitaria y nosotros como país reforzamos los cuidados en frontera. ¿Cómo? Salud tiene sus
brigadas médicas permanentes donde ofertamos la vacuna a las personas que a lo mejor todavía no la han recibido vacuna”, ha declarado.
La funcionaria ha informado además que, en la zona fronteriza, se está trabajando con personal sanitario que
va casa por casa solicitando el
carné de vacunación infantil y verificado el cumplimiento de la dosis contra fiebre amarilla a los 12 meses de edad. “Si no lo ha hecho nosotros como MSP contamos con el biológico”, ha insistido.
Por otro lado, ha asegurado que a los viajeros en las áreas de frontera (Rumichaca en Carchi y San Miguel en Sucumbíos) se les solicita el
certificado internacional de vacuna contra la fiebre amarilla y si no lo tienen se le oferta.
No obstante, también ha dejado claro que el país al tener el apoyo del
Registro Sanitario Internacional y frente a una alerta como la actual se puede solicitar de manera obligatoria ese certificado para el ingreso al Ecuador. Por el momento no rige esa norma.
Mientras tanto, los centros de enlace (conformados por equipos con médico, enfermera,
técnico de atención integral en salud, auxiliar de enfermería) están en permanentemente la alerta cuanto identifican signos de alarma en la población.
Cabe recordar que un 15 por ciento de la población infectada puede pasar a la siguiente etapa de la enfermedad que es el
periodo de intoxicación el cual es potencialmente mortal (presenta síntomas como ictericia, insuficiencia renal, daño hepático, etc.).
Unificar esfuerzos
Aumala ha solicitado a la
red complementaria privada y a la red pública integral de salud
unificar los esfuerzos y el trabajo principalmente capacitando al personal sanitario sobre los signos de alarma y diagnóstico oportuno de posibles casos.