DE LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS
Los avances contra varias enfermedades están 'en riesgo' debido a los recortes de Estados Unidos
Pedimos a Estados Unidos que reconsidere su apoyo a la salud mundial
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
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Redacción. Quito
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha advertido que muchos de los avances logrados en los últimos 20 años en materia de lucha contra la
malaria están ahora en peligro debido a los recortes en la financiación de Estados Unidos para la salud mundial.
“Para que quede claro, no me refiero a la decisión de Estados Unidos de retirarse de la OMS. No haré comentarios al respecto hoy.
Me refiero a los recortes a la financiación directa de Estados Unidos a los países a través de USAID, el CDC de Estados Unidos y otras agencias. El impacto de estos recortes será aún mayor, y ya lo estamos viendo”, ha sostenido el funcionario en rueda de prensa.
Según Tedros, actualmente hay “graves interrupciones en el suministro de diagnósticos contra la malaria, medicamentos y mosquiteros tratados con insecticidas debido a la falta de existencias, demoras en la entrega o falta de financiación”.
La OMS ha indicado que Estados Unidos ha sido el mayor donante bilateral en la lucha contra la malaria en las últimas dos décadas, ayudando a prevenir unos 2.200 millones de casos y 12.7 millones de muertes.
Pero, si los trastornos continúan se podrían ver 15 millones de casos adicionales de malaria y 107.000 muertes solo en este 2025, lo que revertiría 15 años de progreso.
A su criterio, la situación del
VIH es similar a la de la malaria. No obstante, la suspensión de la mayor parte de la financiación del PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA) ha provocado la interrupción inmediata de los servicios de tratamiento, pruebas y prevención del VIH en más de 50 países.
En este contexto, 8 países enfrentan interrupciones importantes en la terapia antirretroviral y se quedarán sin medicamentos en los próximos meses.
“Las interrupciones en los programas contra el VIH podrían deshacer 20 años de progreso, dando lugar a más de 10 millones de casos adicionales de VIH y 3 millones de muertes relacionadas con el VIH, más del triple del número de muertes del año pasado”, ha manifestado Tedros.
Sobre la
tuberculosis, ha indicado que 27 países de África y Asia tienen graves problemas en su respuesta, con escasez de recursos humanos, interrupciones en el diagnóstico y el tratamiento, colapso de los sistemas de datos y vigilancia y deterioro de la vital labor de participación comunitaria.
Adicional, 9 países han informado de fallas en las cadenas de adquisición y suministro de medicamentos contra la tuberculosis, lo que pone en peligro la vida de las personas con tuberculosis.
“En las últimas dos décadas, el apoyo estadounidense a los servicios contra la tuberculosis ha ayudado a salvar casi 80 millones de vidas. Estos logros también están en riesgo”, ha enfatizado el director de la OMS.
Asimismo, ha subrayado que Estados Unidos es el único en financiar la
Red Mundial contra el Sarampión y la Rubéola de la OMS, que es integrada por más de 700 laboratorios. Por lo que, ahora “enfrenta a un cierre inminente”.
Los recortes repentinos a la financiación estadounidense también están afectando los esfuerzos contra el sarampión (que está regresando), polio, monitorear la aparición de enfermedades como la influenza aviar y responder a brotes de enfermedades y crisis humanitarias.
Esta situación también ha precisado que casi 24 millones de personas que viven en esas crisis corren el riesgo de no poder acceder a servicios de salud esenciales. Más de 2.600 centros de salud en 12 crisis humanitarias ya han suspendido sus servicios al menos parcialmente, o lo harán muy pronto.
“En muchos países, la pérdida abrupta de la financiación estadounidense amenaza con revertir los avances en el control de enfermedades, las tasas de inmunización, la salud materna e infantil y la preparación para emergencias”, ha señalado la OMS.
Para la OMS, la administración estadounidense ha sido extremadamente generosa durante muchos años y, por supuesto, tiene derecho a decidir qué apoya y en qué medida. Pero Estados Unidos también tiene la responsabilidad de garantizar que, si retira la financiación directa a algunos países,
lo haga de una forma ordenada y humana que les permita encontrar fuentes alternativas de financiación.
“Pedimos a Estados Unidos que reconsidere su apoyo a la salud mundial, que no sólo salva vidas en todo el mundo, sino que también hace que Estados Unidos sea un país más seguro al evitar que los brotes se propaguen internacionalmente. Y como la salud es riqueza, la lucha contra las enfermedades en todo el mundo apoya el crecimiento económico y la estabilidad global, lo que beneficia a Estados Unidos. Si Estados Unidos decide no restablecer la financiación directa a los países, le pedimos que entable un diálogo con los países afectados para que se puedan elaborar planes para pasar de la dependencia de la financiación estadounidense a soluciones más sostenibles, sin perturbaciones que cuesten vidas”, ha concluido.