OCUPACIÓN HOSPITALARIA
Las hospitalizaciones en Quito están en niveles críticos y las UCI prácticamente copadas
Se han descuidado enfermedades cardiovasculares, diabetes, dengue, etc.
Víctor Álvarez, presidente del CMP.
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Cristina Coello. Quito
Aunque el ministro de Salud,
Juan Carlos Zevallos, considera controlada la pandemia de CoVID19 en el país, las cifras oficiales muestran un
aumento de casos que preocupa a los profesionales que atienden la situación en las unidades de salud públicas.
En el último reporte (10-05-2020) del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional reporta 44.440 casos confirmados de CoVID19, la cifra
ascendió en 523 nuevas infecciones en un solo día, mientras los fallecidos a nivel nacional pasaron de 3.690 a 3.720.
El lunes (08-05-2020) se registraban en el país 228 hospitalizados con pronóstico reservado y 474 internados estables. En el último reporte están 232 con pronóstico reservado y 501 estables, es decir,
no deja de subir la ocupación de camas.
En Quito especialmente, “las hospitalizaciones están en
niveles críticos, el número de paciente en
cuidados intensivos ha aumentado y algunos hospitales están en niveles extremos”, ha señalado a EDICIÓN MÉDICA,
Víctor Álvarez, presidente del Colegio Médico de Pichincha (CMP).
El dirigente ha recordado que los mismos directivos de varios hospitales en Quito han señalado que
no han colapsado, pero están muy cerca de hacerlo, debido a que los pacientes permanecen en promedio de 7 días en unidad cuidados intensivos (UCI) y otros más tiempo y, por lo tanto, no es posible administrar con mayor rapidez un espacio hospitalario.
En Pichincha,
las 159 camas de UCI, dispuestas para pacientes con la CoVID19 estaban prácticamente ocupadas, según el puesto de mando unificado que recibe información diaria del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Para Álvarez, el que la autoridad sanitaria haya confirmado un aumento de camas en varios hospitales “quiere decir que
se necesita, es decir que no está controlada” la situación y la
demanda “está llegando al límite de superar la oferta sanitaria que tenemos”.
“Conocemos que se están habilitando más espacios en dos hospitales más,
el gineco obstétrico del sur (Luz Elena Arismendi) y el pediátrico Baca Ortiz. No creemos que en este momento el coronavirus esté controlado. En la provincia de Pichincha el crecimiento es sostenido y a futuro estos pacientes van a incrementar la necesidad de camas hospitalarias y sobre todo de camas en UCI”, ha precisado el dirigente.
Volver al trabajo comunitario
En ese contexto, según ha comentado Álvarez
, las declaraciones del ministro que estiman a la pandemia como controlada preocupa a los profesionales de la salud, ya que el mensaje puede derivar en un relajamiento de la población y dar “un falso sentido de seguridad, de confianza y dejar o disminuir las medidas de bioseguridad”.
Si bien es cierto, el país entró a una fase en cual no se puede volver a un aislamiento total, “sí tenemos que
hacer un trabajo en la comunidad. Si damos signos a la población para que baje la guardia y deje de hacer las gestiones de contención y mitigación de la transmisión,
a corto plazo vamos a tener un aumento de casos”, ha insistido el presidente del CMP.
En estos momentos más que dar un mensaje de control “tenemos que
empoderar a la población con el mensaje de mantener la responsabilidad, disciplina y solidaridad. Tenemos que regresar al trabajo de la prevención y promoción de la salud, que la comunidad sea en este momento quien trabaje en su sector”, ha reiterado.
Las otras enfermedades
Por otra parte, el hacer modificaciones en las unidades hospitalarias ha implicado que profesionales de otras especialidades, como
anestesiólogos, se sumen a las UCI’s porque “no se cuenta con suficientes intensivistas que cubran las necesidades. Eso ha hecho que estos
otros servicios suspendan prácticamente las cirugías programadas”.
Lo cual ha derivado en otros problemas también graves, ha advertido Álvarez, para quien “todos, a nivel mundial, nos hemos dedicado a CoVID y
hemos dejado desprotegidas aquellas enfermedades crónicas que históricamente producen una elevada tasa de mortalidad como las enfermedades coronarias, cardiovasculares, diabetes, tuberculosis, el mismo dengue, malaria, paludismo, etc.”.
Por lo tanto, para el dirigente, el sistema sanitario no solamente tiene que estar óptimo para atender coronavirus sino
también responder a otro tipo de patologías.