JORNADAS DE CAPACITACIÓN
Mayor mortalidad y sobre diagnóstico del cáncer de tiroides inquieta a investigadores
Este tipo de neoplasia crece en Sudamérica y afecta a más a mujeres
Juan Pablo Brito, endocrinólogo.
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Cristina Coello. Quito
El grupo de investigación de Cáncer de Tiroides en Latino América (CaTaLiNA) ha determinado que el Ecuador tiene la
más alta tasa de mortalidad por cáncer de tiroides y también registra una elevada incidencia de este tipo de neoplasias, ha señalado
Juan Pablo Brito, endocrinólogo de Mayo Clinic.
En entrevista con REDACCIÓN MÉDICA, el especialista también ha mencionado que el país está entre los de
mayor incidencia de la enfermedad en el mundo, después de Corea del Sur e Italia.
Esa estadística ha llevado a los especialistas a plantearse las posibles causas y tratamiento del fenómeno, para lo cual el
Hospital Eugenio Espejo desarrollará la
Jornadas de Endocrinología y el Primer Encuentro Multidisciplinario Teórico- Práctico en Cáncer De Tiroides, el
11 y 12 de julio.
Brito participará en el evento científico gratuito, dirigido a los profesionales de la salud, pero ha señalado que a nivel global también se ha registrado un aumento de la incidencia de esta enfermedad. No obstante,
la estadística en el país llama la atención.
“No parece existir un
factor de riesgo nuevo, aparentemente el cáncer de tiroides siempre estuvo presente, pero ahora lo podemos encontrar más fácilmente”, refiriéndose a las pequeñas masas que antes no podían ser palpadas, pero que ahora con el
uso de tecnología, como el ultrasonido, se los puede encontrar, lo cual “
no siempre es deseado”, ha aclarado.
El especialista de Mayo Clinic, ha considerado que en el Ecuador “hay
sobrediagnóstico de cáncer de tiroides”, pero eso “
no cambia la sobre vida de pacientes, ellos pueden vivir sin operación, ha asegurado.
La elevada mortalidad en pacientes ecuatorianos aún no tiene una explicación ya que no son diagnosticados tardíamente ni son más grandes los tumores, por eso “se
requiere mucha investigación”, ha considerado Brito.
Aun así, el especialista tiene la hipótesis de que la mortalidad está ligada a “la calidad del cirujano” o que “tal vez,
estamos juzgando mal cómo la gente se está muriendo”.
Precaución con la tecnología
Brito ha asegurado que no se requiere un ultrasonido de cuello “a menos que tengan ciertas indicaciones” y síntomas. Al cumplir esa guía “disminuiríamos este sobre diagnóstico” pero además, ha advertido que “
no todos los pacientes con cáncer requieren una cirugía que retire toda la tiroides”.
“Tal vez solo se requiere una
cirugía parcial, usar otras técnicas que se están ofreciendo en el país
o la vigilancia activa (en nódulos de hasta un centímetro).
Hay una confusión sobre la “función de la tiroides, muchas veces cuando ven que no está funcionando (hipotiroidismo), automáticamente mandan un ultrasonido y no tiene nada que ver”. De allí que el especialista ha sugerido “
no hacer tamizaje en pacientes que no tienen síntomas de cáncer de tiroides” y evitar la realización de ultrasonidos innecesarios.
Por otro lado, Brito ha recalcado que la función del médico es tratar de descubrir lo mejor para el paciente, “proponer opciones terapéuticas y
ayudar al paciente a escoger la más adecuada”.
Síntomas
El grupo de pacientes que requieren atención, según Brito, son aquellos que tienen una
masa palpable en el cuello,
dificultad para tragar,
cambio en la voz y una
historia familiar de al menos dos casos de cáncer de tiroides.