ADVERTENCIA SANITARIA
Médicos ecuatorianos dan recomendaciones para protegerse de ómicron y su subvariante BA.2
La situación epidemiológica aún no da para un relajamiento total
Gonzalo Lazcano, médico pediatra e investigador, Carlos Cárdenas, presidente del CMP, Greta Muñoz, médica infectóloga.
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Cristina Coello / Jonathan Veletanga. Quito
Han transcurrido
dos años durísimos, llenos de incertidumbre y miedo, desde que inició la emergencia sanitaria por COVID-19 en el Ecuador y, justo cuando estaba regresando la normalidad a nuestras vidas (incluso se planeaba levantar el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores), la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) ha confirmado la presencia de los primeros casos del sublinaje de ómicron, BA.2, en territorio nacional.
Esta situación ha generado
preocupación y llamados a mantener las medidas de seguridad en todo momento, pues la variante BA.2 ya está poniendo en aprietos a varios países del mundo por su mayor capacidad de contagiosidad. Por ende, están enfrentando nuevamente un repunte de casos de COVID-19.
Para el
Colegio de Médicos de Pichincha (CMP), aún es muy temprano para analizar el posible comportamiento de esta nueva subvariante de ómicron en el país, ya que “aparentemente” está controlada. Sin embargo, esto no quiere decir que la población pueda relajarse y empezar a dejar de lado las mascarillas. Por el contrario, sebe
seguir con las medidas de bioseguridad y aplicarse las vacunas contra la COVID-19.
“Mientras menos circule el virus, mientras menos trasmisión haya, mientras más población esté vacunada,
menos variantes vamos a tener. Porque las variantes se dan cuando hay muchas trasmisión y el virus está constantemente mutando a una nueva variante”, ha dicho en rueda de prensa
Greta Muñoz, médica infectóloga, miembro del CMP.
La galena ha informado que la sintomatología de los pacientes con la variante BA.2 sigue siendo leve, pero lamentablemente algunos de ellos no tenían la vacuna contra COVID-19. Por tal razón ha insistido en la importancia de seguir
promoviendo la vacunación desde los 3 años en adelante.
En este sentido, ha sido enfática en reiterar que la población vacunada, con dos dosis y refuerzo,
responde mejor a la variante ómicron y su sublinaje BA.2, evitando la hospitalización y la muerte.
La normalidad es proteger a los vulnerables
Por su parte, el infectólogo y catedrático de la Universidad Central del Ecuador (UCE),
Byron Núñez, ha considerado que el
convivir con el virus se vuelve “complejo” para el país, pues eso implica acciones importantes en tres ámbitos principalmente.
La primera, a cargo del Estado, con una adecuada
vigilancia epidemiológica. “Debería ser en tiempo real, mínimo en provincias”, ha opinado. A eso añadir la vigilancia genómica de nuevas variantes y la molecular, con pruebas PCR en la población.
El segundo elemento es la
óptima respuesta sanitaria-hospitalaria, y para Núñez eso significa que ante cualquier brote exista atención oportuna en hospitales, salas generales, terapias intensivas y sistema ambulatorio “suficientemente fortalecidos” para responder.
El tercer ámbito es llegar con la
vacunación a más del 90 por ciento de la población y los vulnerables, deberán “recibir cuantos refuerzos sean necesarios, solo ellos, no a toda la población”, ha estimado.
Así mismo ha recalcado en
mantener, “ya como un hábito” medidas como la
mascarilla, el distanciamiento y la ventilación de todos los ambientes.
El especialista ha observado que, por ejemplo,
en los hospitales a largo plazo “posiblemente no nos quitaremos la mascarilla, porque estamos en riesgo de que nos transmitan o de transmitir el virus y el usar se ha demostrado es el mejor mecanismo de protección”.
Para Núñez ha llegado el momento de
un cambio cultural en las acciones de los ciudadanos dentro y fuera de sus hogares. Ha advertido específicamente que quienes convivan con adultos mayores deberán ser muy cuidadosos, por ejemplo, en asistir a eventos masivos o dejar a su cuidado a los niños.
Evaluación de los dos años de control de la pandemia en el país
“En estos dos años de pandemia el Ministerio de Salud Pública (MSP) ha tenido una trayectoria adecuada en cuanto a lograr una
inmunización masiva”, incluso promoviendo la aplicación de la dosis de refuerzo (tercera dosis). Por ello, probablemente se ha pensado pasar a una fase de relajamiento en lugares públicos y exteriores, ha manifestado Muñoz.
Sin embargo, será oportuno el relajamiento de medidas, si en las próximas semanas se mantiene una reducción sostenida de casos y un descenso en el índice de positividad,
hasta alcanzar llegar a un 5 por ciento.
Por ahora, hay que estar alertas a cómo evoluciona la pandemia y la trasmisibilidad del virus, tanto en el país como en el exterior, y
con base a ello se deben ir personalizando las estrategias de control.
“Se necesitan varios criterios” para ir relajando las medidas, como el uso obligatorio de mascarillas. Y para alcanzar los índices necesarios se requiere más promoción y prevención de la salud, así
como más responsabilidad personal (a nivel ciudadano), para no seguir trasmitiendo el virus, ha enfatizado
Carlos Cárdenas, presidente del CMP.
Cárdenas ha destacado que es momento de aprender de lo que está haciendo en el mundo porque con la pandemia, en el país con un sistema de salud debilitado, se suspendieron muchos de los programas de salud pública y tampoco se trabajo adecuadamente en promoción y prevención de la salud. “
Ahora, se tiene que trabajar en eso”, ha dicho.