SITUACIÓN CRÍTICA
Comunidad médica exhorta al Gobierno a tomar medidas fuertes ante transmisión comunitaria de las variantes de SARS-COV-2 de Gran Bretaña y Brasil
Recomiendan una serie de medidas, entre ellas el confinamiento
Patricio Rojas, director del Instituto de Microbiología de la USFQ.
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Jonathan Veletanga. Quito
El Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), entidad que realiza vigilancia genómica de SARS-COV-2 con el MSP y coordinando con el INSPI, ha confirmado que en el país ya existe
transmisión comunitaria de 2 de las 3 variantes de preocupación (VOC) de coronavirus, que son las variantes de Gran Bretaña y de Brasil, conocidas como B.1.1.7 y B.1.1.28.1 (alias P.1), respectivamente.
Tras los análisis genómicos se ha observado que varias muestras de pacientes de
Pichincha, Sucumbíos, Loja y Guayas tienen la variante de Gran Bretaña (B.1.1.7), esto es una clara señal que indicaría que hay una trasmisión comunitaria porque las muestras vienen de diversas zonas y de diferentes pacientes, ha detallado
Patricio Rojas, director del Instituto de Microbiología, en diálogo con EDICIÓN MÉDICA.
En Guayaquil se ha confirmado la variante de Gran Bretaña con colaboración de investigadores de la Universidad Espíritu Santo.
Asimismo,
en Loja se ha confirmado la variante P.1 (de Brasil) en dos pacientes que no tienen relación entre ellos (uno es del IESS y el otro de una clínica privada) ni con el primero caso de P.1 reportado en Portoviejo. Este trabajo en coordinación con colegas de la UTPL “nos sugiere de que hay alta probabilidad que también ya este circulando en algunas zonas del país”, ha agregado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las variantes de Gran Bretaña y de Brasil pueden aumentar la transmisibilidad del virus,
aumentar el riesgo de hospitalización, severidad y mortalidad, tener un impacto negativo o disminuir la eficacia de las medidas de salud pública, sociales, de diagnósticos, vacunas y terapias, aunque todavía se está investigando al respecto.
Ante esta situación y debido a que el Sistema de Salud está colapsado, Rojas ha sostenido que lo más recomendable es adoptar un confinamiento para reducir la velocidad de transmisión y que los pacientes no sigan saturando los hospitales. “
Hay que tratar de hacer un confinamiento por al menos tres semanas porque en este momento la situación es desesperante para nuestro personal de salud que está en primera línea, ya no se dan abasto”, ha dicho.
Pero, en conjunto el Gobierno debe implementar
medidas complementarias, como por ejemplo que
faciliten a la ciudadanía el pago de créditos e impuesto, acceso a alimentación básica. También debe aumentar la capacidad diagnóstica reduciendo el precio de las PCR para el público general y con pruebas gratuitas, mejorar la campaña de comunicación (comunicar adecuadamente la situación del país), entre otras.
Es decir, “el confinamiento es parte de una
estrategia integral que se debe implementar a largo tiempo”, ha enfatizado.
Rojas ha manifestado que la ciudadanía también debe ser corresponsable. ¿Cómo?
Cuidándose más que antes, haciendo un buen uso de la mascarilla (que no tenga huecos, que haga un buen sello alrededor de la cara y sin quitársela), evitando los lugares mal ventilados, reduciendo las reuniones sociales (inclusive con familiares).
Además, dado que la gran mayoría de las vacunas tienen una buena cobertura contra la mayoría de las variantes, es indispensable que se aplique cualquier vacuna que le ofrezca el Estado. “
La que esté disponible es la mejor vacuna”.
El investigador ecuatoriano ha sostenido que es importante que el COE Nacional y el Gobierno decreten medidas lo más pronto posible, caso contrario no se podrá controlar la pandemia y la situación será realmente caótica, hasta llegar al punto de ver a qué pacientes salvar y a quién no. Por lo tanto, “
en este momento hay que frenar la velocidad de contagio”.
En Twitter
Frente al aparecimiento de estas dos variantes de preocupación, la
comunidad médica y científica, los gremios profesionales y la Defensoría del Pueblo han exhortado al Gobierno Nacional que tome medidas urgentes.
“Ante el colapso sanitario del país exigimos una
estrategia de manejo integral de la pandemia. Se requiere cuarentena y medidas no improvisadas”, ha señalado
Carola Cedillo, médica subespecialista en Infectología de la ciudad de Cuenca.
“
Aplanar la curva de casos inevitablemente aumenta la curva de recesión económica, el confinamiento es necesario pero requiere: Protección social, Asistencia financiera Regulación de precios, y otras. Solo con salud lograremos la recuperación económica”, ha indicado
Ruth Jimbo, investigadora Principal del CISeAL de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
“Las ambulancias siguen sonando. El COE Nacional en base a no se qué no escucha.
Autoridades y cámaras de comercio que no captan el riesgo que vivimos a nivel nacional. Golpe duro para el sector salud que afronta sin apoyo, sin respaldo, sin insumos la pandemia” ha manifestado la médica salubrista
Andrea Gómez, quien además ha considerado que se necesitan decisiones basadas en la situación epidemiológica y tomar medidas socioeconómicas en el caso de que se decida reducir la movilidad.
El docente e investigador universitario
Enrique Terán ha mencionado que las autoridades deben “declarar nuevamente la emergencia sanitaria a nivel nacional, quienes se opongan están invitados a brindar asistencia a los pacientes COVID en las casas de salud.
Restringir completamente la movilidad “no justificada” a nivel nacional por un periodo de tres semanas, so pena de que su violación represente la obligación de brindar servicio comunitario en casas de salud al cuidado de pacientes COVID”, entre otras medidas.
La
Defensoría del Pueblo ha pedido “que se dicte el estado de excepción y se apliquen las medidas administrativas, jurídicas, fiscales y económicas para que los cantones y provincias más afectados entren a un
aislamiento general obligatorio de, al menos 15 días, en los cantones en donde los contagios han puesto en colapso el sistema de salud, hasta que se reduzca el contagio comunitario y disminuya la demanda y carga que atraviesa el sistema de salud”.