Edición Médica

Miriam Espinoza, directora del centro de salud del Instituto Nacional de la Niñez y la Familia (INNFA).

Redacción. Quito
El Ministerio de Salud Pública (MSP) a través de sus establecimientos en todo el territorio, pretende promover la recuperación y conservación de la medicina ancestral de los pueblos y nacionalidades indígenas mediante huertos medicinales, capacitaciones, charlas, etc.

El objetivo del MSP es fomentar el uso de plantas medicinales como tratamiento alternativo y complementario a la medicina convencional, para fortalecer modelo de atención en salud con enfoque intercultural.

Actualmente el ministerio ha implementado varios huertos en el Distrito de Salud de Logroño y Sucúa, donde se capacita y promueve el uso de ajeja, piripri, ayahuasca y tabaco para tratar patologías de impacto leve en las personas.

El Hospital Básico de Sucúa se ha equipado con una sala de parto que respeta las creencias culturales, donde la madre al ingresar al hospital es consultada sobre cuál es la posición en la desea dar a luz e incluso podría utilizar medicina ancestral siempre que no sea considerada riesgosa para su salud o la del bebé.

En el Centro de Salud Fisch se han realizado huertos demostrativos de medicina ancestral con el fin informar y capacitar a las personas sobre el uso, las bondades y las contraindicaciones del piripri y la ajeja.

Para Miriam Espinoza, directora del centro de salud del Instituto Nacional de la Niñez y la Familia (INNFA), la Medicina ancestral debe ser utilizada como complementaria a la Medicina tradicional, y que puede ser muy útil si se practica de manera responsable. 

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