Edición Médica

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director OMS.

Redacción. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que la cifra de niños prematuros está aumentando a nivel mundial, y según estima, cada año nacen alrededor de 15 millones de niños prematuros (antes de que se cumplan las 37 semanas de gestación), es decir, más de uno en 10 nacimientos.
 
“De los 65 países que disponen de datos fiables sobre tendencias, todos menos tres, han registrado un aumento en las tasas de nacimientos prematuros en los últimos 20 años”, ha señalado en un comunicado.
 
Según ha explicado, el aumento de bebés prematuros puede explicarse por una mejora de los métodos de evaluación; aumento de la edad materna y de los problemas de salud materna subyacentes, como la diabetes y la hipertensión; mayor uso de los tratamientos contra la infecundidad, que dan lugar a una mayor tasa de embarazos múltiples; los cambios en las prácticas obstétricas, como el aumento de las cesáreas realizadas antes de que el embarazo llegue a término; entre otros factores.
 
Por otra parte, ha indicado que existen grandes diferencias en las tasas de supervivencia de los bebés prematuros, en función del lugar donde hayan nacido. Por ejemplo, más del 90 por ciento de los prematuros extremos (menos de 28 semanas) nacidos en países de ingresos bajos muere en los primeros días de vida. Mientras que, en países de ingresos altos muere menos del 10 por ciento de los bebés de la misma edad gestacional.
Indicar

En este sentido, ha sostenido que, en países de ingresos bajos, la mitad de los bebés nacidos a las 32 semanas mueren por no haber recibido cuidados sencillos y costoeficaces, como aportar al recién nacido calor suficiente, o no haber proporcionado apoyo a la lactancia materna, así como por no habérseles administrado atención básica para combatir infecciones y problemas respiratorios.
 
Principal causa de muerte
 
Según la OMS, la prematuridad es la principal causa de defunción en niños menores de cinco años: aproximadamente un millón de niños prematuros mueren cada año debido a complicaciones en el parto. Además, muchos de los bebés que sobreviven sufren algún tipo de discapacidad de por vida, en particular, discapacidades relacionadas con el aprendizaje y problemas visuales y auditivos.
 
Sin embargo, tres cuartas partes de estas defunciones podrían prevenirse con intervenciones actuales y coestoeficaces, como por ejemplo ofrecer una serie de servicios sanitarios esenciales durante el parto y el periodo postnatal, para todas las madres y todos los lactantes; administrar inyecciones de esteroides prenatales a las embarazadas que corren riesgo de parto prematuro, para fortalecer los pulmones del bebé; aplicar la técnica de la “madre canguro” (la madre sostiene al bebé desnudo en contacto directo con su piel y lo amamanta con frecuencia); y administrar antibióticos para tratar las infecciones del recién nacido, según la OMS.
 
“Se ha demostrado que la atención dirigida por personal de partería ha reducido el riesgo de prematuridad en alrededor de un 24 por ciento, allí donde existen servicios eficaces de partería”, ha añadido la organización sanitaria.
 
Directrices para mejorar resultados obstétricos
 
La OMS ha publicado una serie de nuevas directrices con recomendaciones para mejorar los resultados obstétricos en casos de prematuridad, las cuales son un conjunto de intervenciones clave que pueden mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados sanitarios en los neonatos prematuros.
 
De acuerdo a lo informado, las directrices incluyen intervenciones destinadas a la madre y al recién nacido, como por ejemplo, administrar inyecciones de esteroides antes del parto; administrar antibióticos si la madre rompe aguas antes de tiempo; administrar sulfato de magnesio para prevenir futuros trastornos neurológicos en el niño; cuidados para mantener una temperatura idónea; apoyo a la lactancia; método madre canguro; sistemas seguros de administración de oxígeno; entre otros tratamientos que ayuden al lactante a respirar con mayor facilidad.

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