ADVERTENCIA DE OPS
'Crisis de salud mental' en profesionales de salud y ciudadanía en general de las Américas
Primeros datos revelan el impacto de la pandemia en la región
Carissa Etienne, directora de OPS.
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Redacción. Quito
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido que la pandemia de COVID-10 ha generado una
"crisis de salud mental" en las Américas, tanto en la ciudadanía en general como en los profesionales de la salud.
“Los servicios de salud mental son una parte fundamental de nuestra respuesta a la COVID-19 y, en última instancia, de nuestro proceso de reconstrucción. Los países deben invertir en salud mental ahora para protegerse de la amenaza implacable de la pandemia y limitar sus repercusiones en los próximos años.
Esta pandemia es un recordatorio de que la buena salud mental es una pieza clave de la salud de nuestra Región y el bienestar de nuestra sociedad”, ha enfatizado
Carissa Etienne, directora de OPS.
Impacto de la pandemia
Según ha señalado, a lo largo de la pandemia,
el estrés y el miedo han invadido la vida cotidiana de las personas. Adicional, un número altísimo de personas han perdido sus empleos, por lo que tienen serias dificultades para mantener a sus familias.
“Transcurridos 16 meses desde la llegada del virus a la Región, hemos comenzado a generar datos que muestran la
verdadera dimensión del impacto de la COVID-19 en la salud mental en la Región de las Américas. Los resultados son nefastos: los países muestran interrupciones en los servicios de salud mental”, ha mencionado Etienne.
Según ha detallado, el 75 por ciento de los países participantes en una encuesta regional, han notificado
interrupciones parciales o totales de sus servicios de salud mental durante la pandemia. Más del 50 por ciento de los programas escolares de salud mental y más de 75 por ciento de los programas de salud mental generales han sido interrumpidos de manera parcial o total en un momento en el que más del 15 por ciento de los jóvenes están sufriendo de depresión.
Por otra parte, casi el 90 por ciento de los países participantes han
notificado interrupciones en los servicios de asesoramiento sobre salud mental y psicoterapia, esto a pesar de que un 60 por ciento de la población de la Región sufre de ansiedad o depresión.
“Con estas interrupciones generalizadas muchas personas que quizás tienen problemas de salud mental por primera vez,
incluidos nuestros trabajadores de salud de primera línea, que han estado trabajando en modo de crisis durante más de un año, carecen del apoyo que necesitan para manejar su estado mental de la manera adecuada. Aquellas personas que ya tenían trastornos de salud mental han tenido dificultades para acceder a medicamentos o terapias esenciales, lo que puede empeorar su salud mental y dejarlas vulnerables ante una crisis”, ha asegurado.
“Hoy estamos enfrentando una crisis de salud mental que, de no ser abordada,
tendrá graves consecuencias. No solo empeorará la carga regional de la salud mental, sino que también prolongará el impacto de la pandemia”, ha enfatizado.
Etienne también ha indicado que, según una encuesta reciente entre los trabajadores de la salud de 30 países,
el 35 por ciento de los encuestados han afirmado necesitar ayuda psicológica, pero solo un tercio de ellos la han recibido.
En este contexto, la directora de la OPS ha mencionado que si bien muchos países han declarado la salud mental como una prioridad y han integrado el apoyo a la salud mental en sus planes de respuesta a la COVID-19,
pocos han respaldado sus promesas con financiamiento o aplicando planes.
“
Instamos a los países a cumplir sus promesas e invertir en programas de salud mental. Algunos países ya lo están haciendo con éxito y sirven como modelo a seguir para la Región”, como por ejemplo Chile ha puesto en marcha una campaña de salud mental y de apoyo psicosocial para la ciudadanía y trabajadores de la salud.
Trinidad y Tabago también ha reorganizado los servicios de salud mental para ofrecerlos directamente en las comunidades. Ha creado líneas de ayuda, servicios de telesalud y directorios en línea de profesionales de la salud mental para garantizar que su población siempre pueda acceder al apoyo que necesita en el ámbito de la salud mental.
En
Costa Rica también se están realizando estudios para comprender mejor el impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud mental, con miras a guiar mejor su respuesta y a servir como referencia para otros países de la Región.
Con el objetivo de apoyar a nuestros Estados Miembros, la OPS ha actualizado su orientación para garantizar que los
trabajadores de la salud puedan satisfacer las necesidades cambiantes de los pacientes durante las continuas interrupciones causadas por la COVID-19. También estamos trabajando con los países para reducir el estigma en nuestra Región, porque todas aquellas personas que necesitan apoyo de salud mental deben sentirse cómodas y seguras al pedir ayuda.