Edición Médica

El optimismo por sí solo no puede controlar el virus, sostiene la OPS.

Redacción. Quito
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido a los países de las Américas que si bien ya han pasado dos años de la pandemia de COVID-19, es demasiado pronto para bajar la guardia y levantar las medidas de salud pública.
 
“Cuando los lugares relajan las medidas en el momento equivocado, la transmisión se dispara en forma peligrosa y perdemos más vidas", ha sostenido Carissa F. Etienne, director de la OPS. Por ello, ha instando a los países a basar sus decisiones en evaluaciones de riesgo y datos sanitarios, así como a reforzar las medidas si los casos aumentan.
 
La OMS ha señalado que es cierto que los contagios y las muertes por COVID-19 están disminuyendo considerablemente, no obstante, también es cierto que es probable que COVID-19 esté aquí para quedarse. Entonces, “debemos aprender a vivir con este virus y adaptarnos rápidamente a los nuevos cambios”.
 
Según datos de la organización sanitaria, los casos de COVID-19 ha disminuido en un 26 por ciento en las Américas en la última semana y las muertes se han reducido casi en un 19 por ciento. Sin embargo, el número de casos notificados puede no reflejar con exactitud la situación en algunos países dado la posible reducción en la realización de pruebas, señaló.
 
Etienne ha reflexionado sobre los dos últimos años de pandemia. Ha indicado que la región de las Américas se ha visto más afectadas que cualquier otra región del mundo, con más de 2.6 millones de vidas perdidas, es decir, la mitad de todas las muertes globales. “Esta es una tragedia de enormes proporciones y sus efectos se sentirán durante años”, ha lamentado.
 
En este sentido, ha recordado y advertido que “la pandemia sigue siendo hoy una amenaza”, ya que los países experimentaron cifras récord de nuevas infecciones durante la ola de la variante ómicron. Son en las Américas representó el 63 por ciento de los nuevos casos mundiales en los dos primeros meses de 2022. Por otro lado, también pueden surgir nuevas variantes de SARS-COV-2.
 
“Todos queremos que la pandemia termine, pero el optimismo por sí solo no puede controlar el virus”. Por ello, ha pedido a los países que “continúen atentos”.
 
La OPS ha puntualizado que los países deben aprovechar las lecciones de los dos últimos años para prepararse para una acción rápida y ajustar las orientaciones de salud pública, si surge una nueva variante o se producen brotes, asegurando una vigilancia continua y facilitando las pruebas incluso cuando la transmisión es baja.
 
Etienne ha resaltado que la pandemia es impredecible, por ello se deben mantener activas las medidas de salud pública para adaptarnos a los cambios y patrones de trasmisión de COVID-19. Asimismo, hay que mantener las coberturas de vacunación, las pruebas, la vigilancia y las medidas sociales y la disponibilidad de tratamientos.
 
“La gente quiere regresar a la normalidad, pero me temo que no estamos en ese momento… Tenemos que seguir respetando las medidas y ajustarlas según el momento”, ha insistido.   

---