Edición Médica

Jarbas Barbosa, director de la OPS.

Redacción. Quito
Ante la inminente llegada del invierno, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha indicado que espera que los casos de influenza sean más que los casos de COVID-19.
 
“Vamos a tener una circulación del virus de influenza como siempre tenemos todos los años… pero si no cambia el virus de COVID-19 vamos a tener una participación menos importante”, ha dicho Jarbas Barbosa, director de la OPS, en el marco de la XVIII Reunión Internacional de Farmacovigilancia de las Américas.
 
Sin embargo, Barbosa ha reiterado que esto no significaba que la COVID-19 dejará de ser un riesgo, sino que es un recordatorio de la importancia de vacunarse contra la influenza, teniendo en cuenta que la influenza ha regresado a niveles prepandemia.
 
Por ello, ha hecho énfasis en la importancia de la vacunación contra la COVID-19 e influenza, especialmente en poblaciones de riesgo.
 
En Ecuador, por ejemplo, se ha adelantado la campaña de vacunación contra la influenza, como contingencia previa ante el Fenómeno de El Niño para proteger de la gripe estacional a la población, ante la presencia de los efectos que acarrea la temporada invernal por el Fenómeno El Niño.
 
El Ministerio de Salud Pública (MSP) ejecutará la campaña en más de 1.978 establecimientos de salud hasta febrero de 2024.
 
Para esto se han adquirido lotes de vacuna de las nuevas sepas de influenza (AH1N1 y AH3N2) para proteger a la población. “Se compraron cinco millones de dosis, de las cuales 839.500 son dosis pediátricas y 4.292.000 son vacunas para adultos, además jeringas e insumos para la vacunación”, ha asegurado.
 
El MSP ha planificado vacunar con una dosis a niños desde los 6 meses hasta 7 años, a adultos mayores de 65 años de edad, mujeres embarazadas y en lactancia, personal de salud, personas con discapacidad y sus cuidadores, con enfermedades crónicas e inmunosupresión, Personas Privadas de Libertad (PPL); además, trabajadores de avícolas y criaderos de cerdos.
 
El MSP ha instado a toda la ciudadanía, en particular a los grupos de mayor riesgo, como adultos mayores, personas con enfermedades crónicas a ser un influenzador de vida y acudir a vacunarse contra la influenza como una medida preventiva, efectiva y eficaz para reducir el impacto de la enfermedad.

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