APLICAR PROTOCOLO
Piden a sanitarios asumir el compromiso de denunciar casos de violencia sexual a menores
La problemática es considerada muy grave
María Fernanda Porras, subsecretaria para la Innovación del MEC.
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Cristina Coello. Quito
María Fernanda Porras, subsecretaria para la Innovación del Ministerio de Educación (MEC), ha sido enfática en señalar que tanto el personal sanitario como el docente está obligado a
denunciar los casos de violación sexual a menores que acuden a sus servicios.
En el marco de las Jornadas de prevención de embarazo en adolescentes, la funcionaria ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA que los ministerios de área social tienen el objetivo de atender mejor este
problema y generar estrategias adecuadas para prevenirlo.
El Ecuador tiene un promedio diario
de 6 niñas menores de 14 años y de 142 adolescentes entre 15 y 19 años que son madres. “Tenemos que asumir que esto
es un problema grave y que hay que juntar esfuerzos de todos los profesionales que trabajamos en la atención de este grupo poblacional, para prevenir este tipo de embrazados que no son intencionados”.
Según ha recordado Porras, los protocolos establecen que los profesionales
tienen 24 horas para realizar la denuncia en caso de detectar un embarazo infantil, cuando acuden a los servicios. Esos casos están considerados como delito.
“
Asuman el compromiso de denunciar cuando están recibiendo estos hechos de violación porque una de sus intervenciones
puede salvar la vida a una de estas niñas”, ha insistido.
Otras acciones
“Con (el Ministerio de) Salud hemos
priorizado 25 distritos en 15 provincias que tienen el
mayor índice de embarazos en niñas y adolescentes para hacer un trabajo fuerte en formación de docentes, padres y madres, estudiantes, departamentos de consejería estudiantil y todos los servidores de salud”, ha asegurado Porras.
“Varios estudios realizados en la región apuntan a que
la información basada en evidencia ayuda en la prevención. La mejor estrategia es difundir esa información entre los adolescentes que lleguen a los servicios de salud”, ha insistido.
Porras ha recordado que el personal de salud debe cumplir su rol específico en estos casos. Además “
no juzgar, no tener prejuicios al atender, dar información lo más científica posible, en su trato ser lo suficientemente amigables para generar confianza y eliminar la barrera de acceso que impiden a los adolescentes acudir a los servicios de salud para obtener