Edición Médica

Gustavo Dávila, fundación ‘Jóvenes Contra el Cáncer’.

Redacción. Quito
“Ecuador debe estar unido en la lucha contra el cáncer al margen de temas institucionales, la tranquilidad de los pacientes es lo más importante” ha manifestado a REDACCIÓN MÉDICA Gustavo Dávila, director general de la fundación ‘Jóvenes Contra el Cáncer’.

En las últimas semanas la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) y el Gobierno han mantenido una serie de comunicados acerca de la deuda que mantiene el Estado con esta institución.

En este sentido, la directiva de SOLCA ha difundido un documento en el cual señala que la ministra de Salud, Margarita Guevara, ha informado sobre la predisposición del presidente Rafael Correa de recibir a representantes de esta institución para resolver los problemas de financiamiento pendientes.

“SOLCA informa que el Gobierno Nacional ha transferido en estos días la suma de quince millones de dólares correspondiente a la asignación presupuestaria  del primer trimestre del año 2016, con cargo al impuesto del 0,5 por ciento de las operaciones crediticias. De igual manera el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social ha realizado en estos mismo días, abonos por los servicios médicos prestados”, indica el documento.

Sobre este tema, Dávila ha felicitado este acercamiento entre instituciones y ha solicitado que durante el diálogo se establezcan acuerdos a largo plazo que solucionen de manera definitiva cualquier impase.

“Los pacientes no son propiedad de ninguna institución, son ecuatorianos que sufren y hay que ayudar. El valor de la deuda es un tema eminentemente contable y financiero y eso lo deben coordinar entre instituciones, no se debe alarmar a los enfermos con estas cosas, hay que considerar que ellos ya están pasando por una situación difícil”, ha dicho.

Finalmente, Dávila ha sostenido que hace 4 años la fundación “Jóvenes Contra el Cáncer” solicitó a las autoridades que se elaboren estadísticas nacionales que recojan datos de todas las instituciones que atienden a pacientes de cáncer para saber exactamente cuáles son los indicadores de esta enfermedad y así poder trabajar en prevención.

“De esta manera podríamos saber dónde atacar a la enfermedad desde la raíz, habría menos enfermos y el estado ahorraría recursos. Es más costoso trabajar en la última parte de la vida de un paciente que al inicio de la enfermedad”, ha explicado.

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