PROMOCIÓN DE LA SALUD
Profesionales de la salud reivindican la alimentación orgánica en Quito
Realizan en Quito un concurso de recetas tradicionales y saludables
María Emilia Durán, directora zonal de Promoción de la Salud e Igualdad.
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Cristina Coello. Quito
Debido a que la opinión de los profesionales de la Salud tiene gran impacto sobre la población, la Coordinación Zonal de Salud ha desarrollado varias
actividades de promoción con el fin de potenciar la mejor calidad de vida y no enfocarse solo en la curación de la enfermedad, ha señalado
María Emilia Durán, de la Coordinación Zonal 9.
La directora zonal de Promoción de la Salud e Igualdad, ha detallado en entrevista con REDACCIÓN MÉDICA que según el marco epidemiológico del Ecuador hay un preocupante
impacto de las enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, “es un problema perfectamente prevenible a través de acciones como una alimentación saludable y la actividad física”.
Así pues, han buscado que “los
médicos puedan dar mensajes propositivos y potenciar la mejor calidad de vida del paciente. Muchas veces los pacientes acuden a los establecimientos de salud para buscar consejos y orientación sobre cómo vivir mejor”.
Y en ese sentido han trabajado con el componente de
participación social y comunitaria formando 136 comités locales (anclados a los establecimientos de salud) con los que realizan un plan local de salud.
“En estos planes se especifican las
actividades de promoción y un componente importante es la alimentación saludable, que incluye la elaboración de huertos orgánicos” y luego el rescate de preparaciones tradicionales nutritivas.
Los profesionales de la salud deben “
reivindicar la alimentación lo más natural posible y orgánica para garantizar calidad de vida, además de actividad física y eliminación de productos procesados”, ha insistido Durán.
Un concurso
Los establecimientos de salud de los 9 distritos de la zona, junto con sus y comités locales, han realizado un
concurso de recetas tradicionales y saludables, denominado ‘Volviendo a nuestras raíces’, donde se escogió una preparación innovadora que “sea un aporte en la nutrición”, ha explicado Durán.
A decir de la directora, más allá de la competencia, el espacio fue “un intercambio de experiencias e integración entre los distritos”. Se enfatizó en el valor de garantizar a las comunidades la autosuficiencia de alimentos sanos y culturalmente apropiados, con énfasis en la
recuperación y preservación de la agro biodiversidad y de los saberes ancestrales aplicados a la alimentación.
Los ganadores del concurso fueron: en primer lugar, un quimbolito de cebada y remolacha, el segundo fue otorgado al churrasco vegetariano ancestral y del tercer lugar fue para la Tantawawa (guagua de pan con quinua).