Rechazo a las vacunas ¿Cuáles son los motivos más frecuentes?
Investigación analiza datos obtenidos de la OMS Y UNICEF sobre la renuencia de las personas ante campañas de vacunación
Noni MacDonald, coautora de la Investigación.
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Redacción. Quito
Un estudio basado en la revisión de los datos de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF), publicado en la revista Vaccine, ha comprobado que las autoridades de salud prestan poca atención a estudiar los
aspectos por los que las personas no quieren vacunarse, lo que ha atentado contra el desarrollo de campañas de vacunación más eficaces.
El estudio ha indicado que tras la resistencia de muchas personas a las vacunas existen
motivaciones múltiples, que varían en el tiempo y en cada región e incluso en cada país, debido a aspectos culturales, de género y socioeconómicos.
Las dudas sobre la relación de riesgo y beneficio con los patrones culturales, los motivos religiosos y la falta de información han totalizado poco menos de la mitad de las razones citadas en casi todos los países que
respondieron los cuestionarios, según el estudio.
A esto se ha sumado también la influencia de los medios de comunicación, el activismo de líderes influyentes, además de las creencias y actitudes sobre prevención, parte de los
motivos citados frecuentemente en porcentajes menores.
Estas conclusiones han sido extraídas tras el análisis de las
encuestas que han sido enviadas entre 2014 y 2016 por la OMS a los 194 países que forman parte de la Organización.
En la misma se ha solicitado información sobre si en sus territorios había dudas o resistencia a la vacunación, y de haberlas, debían ser
señaladas en una lista elaborada por la propia OMS.
Aquí también se pedía indicar si el país había hecho algún tipo de
estudio o encuesta pública en los cinco años anteriores preguntando a la población los motivos de las reticencias para vacunarse o vacunar a sus hijos.
Durante los tres años 184 países en promedio respondieron la encuesta, el
90 por ciento confirmó resistencias o dudas frente a la vacunación en sus territorios. Es decir, en casi dos de cada tres países a existido algún tipo de renuencia.
Sin embargo, esta constatación ha sido basada en la percepción y trabajo de los ministerios de salud, y no en encuestas ya que sólo aproximadamente un tercio de países había hecho consultas públicas en los cinco años anteriores para constatar los motivos por los que algunas
poblaciones no se vacunaban.
Noni MacDonald, investigadora de la Universidad de Dalhousie en Canadá y coautora de la investigación ha asegurado que “muchos
países tienen recursos y experiencia limitada", por lo que no le ha sorprendido que menos del 40 por ciento de países haya hecho estas investigaciones.
Según la investigación, en 2014 y 2015 muchos africanos no se vacunaron por
falta de conocimiento y por dudas sobre la relación riesgo y beneficio.
En Europa y en la región del Pacífico, la relación de
riesgo y beneficio predominó en 2014, en 2015 y 2016 la falta de conocimiento fueron parte de los motivos señalados para la renuencia a las vacunas.
Por su parte en el Mediterráneo y el sudeste asiático la falta de conocimiento fue la principal razón mencionada en 2014 y 2015. En 2016 fueron las únicas regiones del mundo con un pequeño porcentaje de países que no tuvieron
dudas sobre la vacunación en sus territorios.
En la región de las Américas,
la religión, la cultura, la relación riesgo y beneficio quedaron empatados como mayores motivos de resistencia a las vacunas en 2016.
Isabella Ballalai, presidenta de la Sociedad Brasileña de Inmunizaciones, ha pedido tomar en cuenta otros factores que también podrían estar alejando a las personas de la vacunación, como las
campañas de desinformación de los grupos antivacunas, a través de las redes sociales.
"También hace falta recordarles a las personas que,
si dejamos de vacunarnos, las enfermedades vuelven", ha señalado.
Ante esto, Ballalai ha indicado que un factor que puede ser muy importante para motivar a las personas a priorizar la vacunación como
medida preventiva a enfermedades y desacreditar los mitos propagados por los grupos antivacunas, es la colaboración de los médicos en su contacto con los pacientes.