Edición Médica

María Luisa Meneses, líder de Salud Mental del HAGP.

Cristina Coello. Quito
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en un comunicado oficial, ha reconocido que el suicidio es una prioridad de salud pública y ha considerado importante “aumentar la sensibilización respecto de la importancia del suicidio y otorgar a la prevención, alta prioridad” en las políticas públicas de salud de sus países miembros.
 
Según el informe mundial de la OMS sobre el suicidio, publicado en 2014, se ha alentado a apoyar a los países para que desarrollen o fortalezcan estrategias integrales de prevención del suicidio con un enfoque multisectorial.
 
Y enmarcados en  esa estrategia, María Luisa Meneses, líder de Salud Mental del Hospital de Especialidades Abel Gilbert Pontón de Guayaquil (HAGP), ha comentado con REDACCIÓN MÉDICA, que uno de los programas sanitarios que impulsa el Ministerio de Salud (MSP) son las salas de acogida.
 
“El programa es para familias y mujeres, pero también para el grupo de personas que han intentado suicidarse”, ha asegurado Meneses.

Día Mundial de la Prevención del Suicidio
 
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (10 de septiembre) la psiquiatra ha considerado que “falta concienciar en la población” sobre esta problemática sanitaria. “Los programas son muy buenos pero falta la otra parte de la cultura de la persona de entender e identificar cuando hay un problema”.
 
Para la OMS “la prevención del suicidio no se ha abordado apropiadamente debido a la falta de sensibilización respecto del suicidio como problema de salud pública y al tabú para examinarlo abiertamente”.
 
Meneses ha coincidido en señalar que es importante aumentar la sensibilidad de la comunidad y superar el tabú para avanzar en la prevención.
 
“En Guayaquil, desde enero la zonal ha capacitado al equipo sanitario (médicos, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales entre otros) para que puedan identificar y manejar la patología mental, situaciones de depresión y valorar si es leve, moderada o grave. Así pueden contactarse con el segundo nivel, donde ya se realiza intervención”, ha destacado la especialista del HAGP.

Un problema entre jóvenes
 
Meneses ha admitido que en su trabajo rutinario ha observado un incremento de estas patologías en población cada vez más joven y muy relacionada al consumo de drogas.
 
“Los chicos que se sienten desalentados ante el fracaso de no poder dejar las drogas, encuentran en el suicidio la única manera de salir. Lamentablemente algunos de ellos (que sobreviven al intento de suicidio) quedan con secuelas neurológicas muy graves”, ha advertido.
 
De allí que Meneses ha reflexionado en que “el médico primario debe concienciar que el consumo de drogas no es un problema de alguien vicioso. Es una enfermedad que requiere atención integral, del médico, psicólogo y del entorno”.
 
“Es necesario trabajar en conjunto y el personal sanitario debe mostrar calidez y respeto. El médico debe ser un mediador. Además, estamos movidos a incentivar la actividad física, una buena educación alimenticia y a fomentar la autoestima” a los pacientes, ha añadido la líder de salud mental.
 
A la especialista le ha preocupado que cada vez es mayor la atención a población más joven en emergencia del hospital por esta problemática. “Hasta hace poco la edad promedio de afectados por intento de suicidio era de entre 20 y 30 años. Ahora vemos a más chicos” e incluso población infantil.
 
La estadística mundial señala que el 70 por ciento de personas con intento de suicidio son consumidores de drogas. 

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