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Salud Pública
EL EXMINISTRO EN UN FORO UNIVERSITARIO
Sarrazín: "el riesgo de la subasta es comprar lo barato, no lo mejor"
Advierte de que existe una responsabilidad con el paciente
Viernes, 13 de noviembre de 2015, a las 10:27
Luis Sarrazín, auditor médico de la Junta de Beneficencia de Guayaquil |
Cristina Coello. Quito
 |
Durante el Primer Foro Universitario, Sarrazín ha enfatizado que los hospitales estatales deben brindar “buen servicio, lo que merece la población y no solamente ver lo más barato”, lo cual, a su parecer no es lo mejor.
“Es una subasta perversa, miserable. Se compra lo más barato, esa es la política del gobierno y eso no puede ser así, yo tengo una responsabilidad con los pacientes”, ha precisado Sarrazín.
El reconocido médico ha percibido que “no hay control” en la subasta y ha especificado que para verificar la calidad y eficacia de un medicamento se hace necesario realizar varios análisis a la materia prima, el tiempo de expiración de ésta, las buenas prácticas de manufactura de los oferentes, entre otros.
Por otra parte, ha señalado que las instituciones sanitarias de la JBG son reconocidas y “tienen éxito, precisamente por ser claros y transparentes. Convocamos a subasta y firmamos contratos para 3 años. Realizamos controles hasta cuando expira el medicamento”.
Esa verificación le ha permitido a Sarrazín verificar que lo que ha comprado “tiene poco decrecimiento de la pureza de la materia prima, es decir, me muestra que lo que había adquirido era bueno, el laboratorio fue serio y responsable. Por lo tanto, le he dado lo mejor a mis pacientes”.
Con la subasta del gobierno, “nadie sabe la materia prima de los medicamentos, por eso tienen distinto precio. No se trata solo de hacer y comprar cápsulas”.
“Es importante verificar, la concentración, pureza, disolución, potencia microbiológica, biodisponibilidad de la materia prima, etc. Eso no se pide en las compras públicas”, ha precisado.
A decir del médico, su institución ha logrado “buenos contratos” y adquieren medicamentos al 13,73% menos del precio oficial de venta al público.
Finalmente, Sarrazín, ha opinado que espera que “alguien –del gobierno- garantice que los medicamentos no solo sean baratos, sino buenos, adecuados, bien formulados y con pruebas de calidad”.
