Edición Médica

Paúl Cárdenas y Patricio Ponce del Centro de Investigación Traslacional.

Cristina Coello. Quito
Desarrollar una vacuna contra el zika será “muy difícil” porque es un virus aún desconocido, ha admitido Paúl Cárdenas, especialista del Centro de Investigación Traslacional de la Universidad de las Américas (UDLA).
 
Cárdenas comentó a REDACCIÓN MÉDICA que no se sabe si el virus del zika ha mutado, “no conocemos los cero-tipos, pero todo hace pensar que hay diferentes cepas” y esa característica dificulta el desarrollo de una vacuna contra este mal.
 
Debido a que el zika es transmitido por el mismo vector que transmite el dengue, algunos especialistas han sugerido que posiblemente se pueda desarrollar una vacuna como la que se está ensayando contra el dengue.
 
No obstante, Cárdenas precisó que “se han probado varias vacunas contra el dengue, pero no han funcionado” y de allí su escepticismo de poder desarrollar una para el zika, que ahora está azotando a toda América Latina.
 
El investigador comentó que a diferencia del dengue, el nuevo virus “afecta a más células”, tampoco “no se conoce a detalle su biología” y eso dificulta el avance de una vacuna.
 
Por su parte, el investigador Patricio Ponce, ha manifestado su preocupación por el mosquito aedes aegypti, que puede transmitir más de una enfermedad, es decir que un paciente podría ser afectado por dengue y zika a la vez. “Eso hay que investigar”, ha añadido.
 
Para Ponce “es solo cuestión de tiempo” que en Ecuador el zika se expanda tan gravemente como en Brasil o Colombia, pero ha asegurado que “estamos a tiempo de actuar y evitar que se disperse tan rápidamente”.
 
Y la única forma de pararlo, según el investigador, es “reduciendo la población de vectores mediante la educación a niños y jóvenes”, solo ese segmento de población puede ayudar a concientizar sobre la correcta limpieza de criaderos, ha opinado Ponce.

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