EVALUACIÓN DE POLÍTICA
Sistema de Etiquetado ha cambiado actitudes de consumo de los ecuatorianos
Uno de los grupos que más se guía por el semáforo son los niños
Miércoles, 31 de diciembre de 1969, a las 19:00
Gabriela Rivas, coordinadora especialista de Gestión interna de Promoción de Nutrición, Seguridad y Soberanía Alimentaria del MSP.
|
Cristina Coello. Quito
A casi dos años de la implementación del sistema de Etiquetado de Alimentos en los productos procesados,
los ecuatorianos han cambiado sus actitudes de consumo, según un estudio que ha realizado el
Ministerio de Salud Pública (MSP).
Gabriela Rivas, coordinadora especialista de Gestión interna de Promoción de Nutrición, Seguridad y Soberanía Alimentaria del MSP, ha comentado con REDACCIÓN MÉDICA que el etiquetado “es uno de los grandes pasos en beneficio la salud, ya que ahora se tiene conocimiento de lo que se consume y esto
ayuda a mejorar los hábitos alimenticios”.
Una evaluación realizada por el MSP asegura que “
el semáforo fue beneficioso, es aceptado por la población” y que a raíz de la implementación esta política sanitaria las personas han desarrollado 4 actitudes positivas de consumo, ha asegurado Rivas.
Resultados
Según la funcionaria, los ecuatorianos
han reducido el consumo de alimentos con semáforo rojo, han desarrollado una actitud de compensación “en el sentido de que comen productos en rojo pero hacen más ejercicio o toman más agua. Además han reemplazado productos, la gente prefiere etiquetas con semáforo amarillo y verde”.
Por último, las personas “con problemas específicos como
enfermedades no transmisibles (diabetes, hipertensión, obesidad) les parece sumamente útil el etiquetado, porque evitan los alimentos que les hace daño”, ha detallado Rivas.
Los que ha llamado la atención en esta evaluación es que entre las personas que más se fijan en el semáforo están los
niños de 10 a 14 años. Por supuesto, son las madres las que prefieren productos amarillos o verdes.
Rivas ha admitido que se merece “un poco más de campaña (el etiquetado) en el sentido de explicar las consecuencias del consumo de sal, grasas y azúcares, porque no necesariamente las personas lo tienen claro”.
De allí que la coordinadora ha comentado que el enfoque del MSP “es
reforzar estos conocimientos y a la vez queremos hacer una campaña de alimentación fresca y natural”.
Otras iniciativas
La especialista ha reiterado que el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades crónicas “no se van a reducir con el etiquetado. Se necesita
una serie de políticas para detenerlas. Y como ministerio tenemos varias, entre ellas el
impuesto a las bebidas azucaradas (que disminuye consumo en el 10 por ciento de la población), la
regulación de la publicidad (dirigida a niños) y la
promoción de la lactancia materna exclusiva con la alimentación complementaria (que según la evidencia protege un 10 por ciento de desarrollo de sobrepeso, obesidad, diabetes a largo plazo).
Rivas ha mencionado que “la meta mundial es detener las enfermedades no transmisibles ya que es difícil que se reduzca, debido a las altas prevalencias”.
Por otra parte, la especialista ha recordado que el etiquetado va de la mano al
acuerdo de bares escolares. “Actualmente en los bares no se puede vender ningún producto con etiquetado rojo. Además se fomenta que se venda frutas, verduras, comida local preparada al día. Actualmente el 70 por ciento de escuelas lo cumplen”.
“La idea es que los ciudadanos concienticen que los productos procesados por el mismo hecho de tener aditivos no son los más sanos. Lo mejor son precisamente los alimentos que no tienen etiquetado.
Los que preparamos en casa. Por allí va nuestro enfoque”, ha concluido Rivas.