SALUD Y NUTRICIÓN
Un estudio muestra la relación entre la desnutrición y la importancia de la promoción de la lactancia exclusiva
Los sanitarios insisten en que la salud infantil es uno de los objetivos para lograr el desarrollo de un país
Equipo técnico del estudio Semilla.
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Cristina Coello. Quito
El estudio observacional denominado “Semilla” y liderado por docentes-investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) ha mostrado, entre otras cosas, la relación entre la
desnutrición crónica infantil derivada de las falencias en la promoción de
lactancia materna exclusiva.
El estudio de base comunitaria se ha efectuador en los cantones
Cayambe (9 parroquias) y
Pedro Moncayo (5 parroquias) desde 2018 y dio seguimiento al embarazo, posparto y desarrollo de 308 niños hasta los 36 meses. Se analizaron factores de riesgo
ambientales, sociales y familiares que pueden incidir en el desarrollo neurocognitivo de los menores de dos años.
Stephanie Montenegro, una de las investigadoras ha comentado que el desarrollo del proyecto enfrentó varios desafíos entre ellos varias protestas nacionales y la misma pandemia de la COVID-19 y en ese sentido se ha resaltado la importancia de la información recabada estos años.
Y para lograrlo, la investigadora ha destacado la colaboración del
Distrito de Salud Cayambe Pedro Moncayo como voceros para el reclutamiento de mujeres ya que, en la población, al no implementarse este tipo de estudios, existía mucha desconfianza.
La información sociofamiliar
De los 308 niños del estudio, el 46.4 por ciento fueron
varones y el 53.6
mujeres. La autoidentificación étnica de la madre en su mayoría fue mestiza y las restantes indígenas, afroecuatorianas y blanca.
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, la investigadora principal
Fadya Orozco, ha precisado que la información ha mostrado, entre otros, el entorno social del cuidado del niño, el cual tiene que ver en su desarrollo y la influencia de aspectos como la relación de pareja, el
trabajo de la madre, agresión, ingreso familiar, etc.
Según las encuestas aplicadas, se ha identificado que durante el desarrollo de los menores, una buena parte de las madres manifestó
conflictividad en la relación de pareja; el ingreso por cabeza en la familia de 161 dólares (4 a 5 miembros); y que a los 12 meses de edad de sus hijos el 54 por ciento de mujeres trabajaba entre 21 y 40 horas semanales y un 5 por ciento sumó 60 horas.
Otro dato que influye en el bienestar del niño es la
interacción. Y los datos han identificado que un 15 por ciento de las madres manifestó ser
poco afectiva con sus hijos y el 85 por ciento mostró prácticas adecuadas.
Orozco ha insistido en que estos datos “nos ponen a pesar en la generación de hipótesis y a entender lo que está pasando en el
desarrollo de los niños”.
Lactancia y desnutrición
Por otro lado, al dar seguimiento a la lactancia exclusiva y la
prevalencia de desnutrición se pudo evidenciar que el porcentaje de los infantes con lactancia superaba el 92 por ciento hasta los 12 meses.
Sin embargo, al especificar un poco más los datos, se encontró que un 34.5 por ciento de niños, además de la lactancia, empezaron con
alimentación complementaria a los 3 meses de edad. En ese grupo la prevalencia de desnutrición crónica fue de 26.9 porciento.
A los 6 meses, el 70 por ciento de infantes tenía alimentación complementaria, solo el 26.5 por ciento de madres mantenía la lactancia exclusiva. Se registró un 34,60 por ciento de desnutrición crónica infantil.
A los 9 meses, la desnutrición crónica va subiendo al 44.19 por ciento y a los 12 meses de edad llegó al 48.70, muy superior al
promedio nacional.
Orozco ha dejado claro que esos datos dan la oportunidad para “entender lo que sucede con nuestros niños” y es necesario más estudios para generar
evidencia científica “para hacer intervenciones y fortalecer la
formación en salud materna infantil y familiar en el país”.
Otras conclusiones
Las investigadoras también han estimado que los
datos dejan “múltiples preguntas y generación de hipótesis orientadas a generar evidencia”.
El
estudio de cohorte también permite estudiar causalidad y es una oportunidad para entender lo que sucede con los niños.
Así mismo, la necesidad de una
mirada interdisciplinaria e integrada del desarrollo infantil.
En Cayambe identifican 48 por ciento de desnutrición crónica infantil.
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Equipo técnico
En la foto principal de izquierda a derecha: Alexandra Males, psicóloga; Yajaira Paredes, psicóloga, Karen Moreno, psicóloga; Daniela Naranjo, pediatra; María Augusta Naranjo, Oftalmóloga infantil; Andrea Anchundia, nutricionista; Karla Yugcha, nutricionista; Evelyn Caballero, digitadora; Cristina Reyes, digitadora; Salomé Palacios, asesora emocional; Graciela García, gestora comunitaria; Joselyn Elizalde, gestora comunitaria; Liliana Iñiguez, gestora comunitaria; Ilsy Ramírez, consultora laboratorio; Niko Kaciroti, bioestadístico; Nataly Cadena, asisten de investigación; Fabián Muñoz, estadístico y data manager; Stephanie Montenegro, coordinadora técnica;
Alexis Handal y
Fadya Orozco investigadoras principales.