Edición Médica

Byron Bustamante, docente e investigador de la UTPL.

Jonathan Veletanga. Quito
Investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) han realizado una investigación a nivel nacional sobre la prevalencia y perfil del consumo de alcohol en la comunidad universitaria (estudiantes, docentes y administrativos), cuyos resultados servirán para fortalecer el Plan Nacional de Prevención de Drogas 2017-2021, que está desarrollando la Secretaría Técnica de Drogas (SETED).
 
Byron Bustamante, uno de los autores, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA que en el estudio se ha encontrado que cerca del 90 por ciento, es decir, 9 de cada 10 estudiantes universitarios son consumidores de alcohol. De estos, un tercio estarían en un nivel de consumo problemático.
 
“Un tercio de la población universitaria podría tener consecuencias a nivel social, académico y de salud, a causa de su hábito de consumo de alcohol”, ha sostenido.
 
Además, ha señalado que la prevalencia de consumo de alcohol en docentes universitarios está alrededor del 60 por ciento (6 de cada 10) y que aproximadamente un 12 por ciento tienen consumo problemático.
 
“Si esto pasa en la comunidad universitaria, imaginemos que puede pasar en otros contextos más vulnerables”, ha enfatizado el investigador.
 
Perfil del consumidor
 
Bustamante ha explicado que, tanto en estudiantes como en docentes, la prevalencia del consumo problemático es mayor (casi del triple) en hombres, es decir, que “los varones son tres veces más propensos que las mujeres”.
 
En este sentido, ha comentado que el perfil por el que los hombres y las mujeres llegan a ser consumidores problemáticos es “muy diferente”, lo que implica la necesidad de hacer intervenciones preventivas diferenciadas en relación al género. Sin embargo, se ha encontrado que tienen un factor común, que es el bajo compromiso vital, elemento que debe ser considerado en los procesos preventivos porque es una medida con la que una persona orienta su conducta en base a metas y valores como la familia, su profesión, su salud, entre otros.
 
“Por ejemplo, los hombres enfrentan el estrés a través del consumo. Mientras que las mujeres con comsumo problemático usan las sustancias para enfrentar situaciones más complejas como ansiedad, depresión, violencia, discriminación, entre otras. Pero en ambos casos se ve un factor de riesgo en el bajo compromiso vital", ha expresado el investigador.
 
Asimismo, ha indicado que, un dato que llama la atención es que los varones son más vulnerables para llegar a un consumo problemático a pesar de que tienden a mostrar menos factores psicosociales de riesgo de los que se ha medido, en comparación con las mujeres. Esto quiere decir que son los factores sociales, y no necesariamente el sufrimiento psicológico, los que llevan a los hombres a consumir sustancias.
 
Compromiso vital
 
Para Bustamante, es necesario que a los estudiantes se les enseñe a dirigir su comportamiento en relaciones a metas y valores. Por ejemplo, “si yo le enseño que el valor más importante es su salud y remarco en ello la importancia de cuidarla, empezará a valorarla, a tal punto que no van a ponerla en riesgo por consumir una sustancia”, ha enfatizado.
 
El dato
 
Este estudio se ha realizado en 12 universidad del país, con alrededor de 16 mil participantes de la comunidad universitaria. Contó con el apoyo de un investigador de la Universidad de Salamanca. 

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