DÍA MUNDIAL DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA
Un tratamiento específico para cada tipo de cáncer de mama logra un mayor impacto en la supervivencia
El exceso de receptores hormonales representan el 80 por ciento de casos
José Luis Cañadas, director médico de Roche Ecuador.
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Cristina Coello. Quito
En Salud Pública
el diagnóstico oportuno de una enfermedad representa menos gasto y sobre todo mejor calidad de vida y mayor supervivencia para el paciente. Eso es particularmente representativo en el cáncer de mama, pues el pronóstico en este paciente depende mucho de una identificación temprana.
De allí que
José Luis Cañadas, director médico de ROCHE Ecuador ha resaltado la importancia de la mamografía como la mejor herramienta para un diagnóstico temprano del cáncer de mama.
Tras su identificación,
luego de ese examen son necesarios otros estudios histopatológicos y moleculares que van a permitir identificar las características particulares de ese tumor y con ello el oncólogo podrá establecer una línea de tratamiento individualizado.
“El cáncer de mama es un crecimiento descontrolado de células” y lo importante primero es conocer la existencia de esa alteración y luego identificar la presencia de receptores o proteínas en la superficie de las células que promueven esa alteración, ha explicado Cañadas en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
En Ecuador se realizan todas las pruebas para determinar las diferentes alteraciones y
son tres las que principalmente se identifican: el exceso de receptores hormonales (pueden ser estrógeno o progesterona) que son los más comunes y representan hasta un 80 por ciento de casos. Le sigue la sobreproducción de la proteína HER2, que puede llegar al 20 por ciento de casos, y luego está el triple negativo, que se caracteriza porque no tiene receptores y asciende al 10 por ciento o más de los casos. Estos dos últimos son los más agresivos.
Y en ese sentido,
así como se identifican las características y diferenciación del tumor, se construye un plan de tratamiento personalizado “con medicamentos dirigidos a impactar esas alteraciones” irregulares de las células.
Y por ello también ha sido enfático en señalar
que será importante “el momento en que se diagnostica”, mientras más pronto se lo haga, habrá un tratamiento específico con mayor impacto en la supervivencia y hasta curación, ha asegurado el director médico.
“No es lo mismo identificar un tumor en un lugar específico a uno que ha invadido tejido adyacente” o incluso que ha llegado a otros lugares u órganos. En esos casos el tratamiento será diferente, pero incluso en esas circunstancias, los tratamientos también han avanzado” y son un apoyo, ha añadido Cañadas.
Y para muchos casos que son identificados
en etapas tempranas también existen nuevas terapias neoadyuvantes que disminuyen el tamaño del tumor y facilitan la realización de la cirugía para su completa eliminación.
Al recordar el mes de la lucha contra el cáncer de mama, Cañadas ha enfatizado que es la oportunidad para que los
profesionales de la salud promuevan el cuidado y la realización de los exámenes preventivos rutinarios en la mujer.
Los datos
Según Globocan 2020, en Ecuador el cáncer de mama ocupa el primer lugar en mortalidad, a pesar de ser una de las enfermedades en las que más
se ha promovido campañas de prevención.
En el país, se registran más de
3.500 nuevos casos de cáncer de mama y cerca de 1.000 fallecimientos cada año, constituyéndose en el segundo tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres, seguido por el de cuello uterino.