PARA EVITAR QUE SE DESTRUYAN
Universidad Andina resguarda resultados de afectaciones a la Salud por agrotóxicos
Estos archivos han sido generados por una investigación realizada en pueblos de Argentina
Jaime Breilh, rector de la Universidad Andina Simon Bolívar.
|
Diego Mosquera. Quito
La información digitalizada de las conclusiones de los 29 campamentos sanitarios, trabajo de investigación realizado por estudiantes de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina,
ha sido entregada para su resguardo al rector de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) de Ecuador, Jaime Breilh para que los mismos no sean destruidos o afectados por el contenido que representan.
Sobre este tema, Breilh ha explicado a REDACCIÓN MÉDICA que
son como 100.000 expedientes que
demuestran las afectaciones a la Salud por el uso de transgénicos y plaguicidas en la producción de alimentos en regiones de Argentina.
Además, contienen información de los afectados y van a ser usados como insumo para que nuestras autoridades entiendan la discusión sobre el uso de agroquímicos. Desde la Asamblea nos dicen que la Ley Semillas servirá para la investigación,
pero tenemos documentos que podrán ampliar el debate antes de dejar entrar estos productos al Ecuador”, ha manifestado.
Adicionalmente Breilh ha puntualizado que lo que se pretende es generar un gran inventario de los problemas que se están
generando en todo el continente por esta expansión de un modelo de agricultura “que no es para la vida sino para el negocio”.
“Lo que sucede con estos paquetes de agroquímicos transgénicos es mejorar la rentabilidad de los negocios, generar un crecimiento rápido de los animales,
en un tipo de producción extractivista de la agricultura.
Los resultados del estudio en Argentina
Damián Verzeñassi, titular de la cátedra de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de la UNR ha comentado que los resultados han confirmado “
un perfil epidemiológico” con una tasa de cáncer superior a (en algunos casos duplica) la media nacional y asociado
a una mayor exposición a agrotóxicos. Por todo eso y pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya cambió la clasificación de la peligrosidad del glifosato,
Argentina no modificó sus prácticas y “las autoridades aún son cómplices de lo que ocurre, que es un ecocidio”, ha añadido el catedrático.
“En San Antonio de Areco se ha repetido lo que ya detectamos en la mayoría de los campamentos:
el hipotiroidismo aparece como la segunda enfermedad. Es el 4 por ciento de la población que manifestó tener problemas de salud. Y sube a 6,8 por ciento de quienes toman medicamentos para la tiroides.
Falta realizar el análisis estadístico más fino pero se repiten los perfiles epidemiológicos y no nos llama la atención”, ha asegurado Verzeñassi.
“La hipertensión arterial es la primera enfermedad. La segunda en el promedio de Argentina es la diabetes pero acá y en la mayoría de las localidades
relevadas es el hipotiroidismo y tercero la diabetes”, añadió el docente de la UNR.
El cierre del campamento número 30 ocurre en el séptimo año de la iniciativa dentro de la UNR que
busca herramientas científicas para prevenir problemas en la Salud, sobre todo asociadas a la extensión sin control de los agroquímicos. Se da después del fallo simbólico y no vinculante del Tribunal Internacional de la Haya que
condenó a Monsanto en abril pasado por “ecocidio” a esa empresa y señaló las responsabilidades de los Estados por permitir la contaminación de sus pueblos.
“Tenemos mucha expectativa de que a nivel judicial se defina qué responsabilidades tienen quiénes permitieron y
permiten más de 20 años ininterrumpidos de uso de estos venenos”, ha dicho en relación al glifosato y otros agrotóxicos.