Universidades y gremios continúan con la atención médica en la zona cero
Estas iniciativas han sido importantes para superar las necesidades de salud evidenciadas
Antonio Domínguez, decano de la Facultad de Medicina de la PUCE.
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Jonathan Veletanga. Quito
Un año después del terremoto de 7,8 de magnitud que sacudió la costa ecuatoriana, principalmente la provincia de Manabí y dejó cerca de 673 muertos, 9 desaparecidos, 6.274 heridos, 28.775 personas en albergues y 6.998 edificaciones destruidas, según cifras oficiales, el
apoyo médico y humanitario aún continúa desde algunos frentes sociales.
Varias instituciones académicas, gremiales y colectivas siguen levantando fondos para continuar su
asistencia sanitaria en las zonas afectadas del terremoto, y de acuerdo a las necesidades evidenciadas priorizan su atención.
Desde la academia
Por ejemplo, la
Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), a través de su proyecto ‘
PUCE Solidaridad’, que es a largo plazo y tiene tres frentes (salud, apoyo humanitario y ayuda técnica), dio en primera instancia intervención en crisis en las áreas del terremoto.
Antonio Domínguez, decano de la Facultad de Medicina de la PUCE, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA que a lo largo de este primer año del terremoto,
el frente de Salud, conformado por la carrera de Medicina, Bioquímica Clínica, Enfermería, Psicología y los posgrados de Emergencias y Desastres, y Medicina Familiar y Comunitaria, ha intervenido con
brigadas especializadas en el Hospital Verdi Cevallos de Portoviejo y en las áreas emergentes más críticas como Chamanga, Pedernales, Portoviejo, Chone, San Vicente y comunidades alrededor, donde se dio atención médica y apoyo de medicamentos.
“
Actualmente seguimos brindando asistencia médica en coordinación del Ministerio de Salud Pública (MSP) en Jama, Portoviejo y sus alrededores”, ha aseverado el decano de Medicina, quien estima que las zonas del terremoto son áreas donde
se deben hacer investigaciones sobre enfermedades que se evidenciaron de manera muy importante como diabetes, hipertensión, zika, chikungunya y dengue, que tienen un gran impacto en la salud materno infantil.
En este sentido,
la PUCE está desarrollando líneas de investigación, con el apoyo de la Universidad de Ohio, en las que se evidencie el perfil epidemiológico post terremoto y que impacten en la comunidad.
Domínguez también ha considerado que para hacer frente a las necesidades post terremoto se deben
potenciar a los Técnicos de Atención Primaria de Salud (TAPS) para que puedan ir cambiando muchos hábitos en la población en marco de una Medicina Preventiva.
Vicente De León, director del departamento de Bienestar Estudiantil de la ULEAM.
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En este sentido,
Vicente De León, director del departamento de Bienestar Estudiantil de la
Universidad Laica "Eloy Alfaro" De Manabí (ULEAM) ha manifestado que la universidad también ha desarrollado un proyecto a largo plazo para dar
asistencia médica, odontológica, nutricional, psicológica, de laboratorio y social a los afectados por el terremoto.
“Donamos medicina y hemos atendido a miles de personas con problemas respiratorios, digestivos, urinarios, parasitológicos y de Medicina Tropical”, ha dicho el funcionario de la ULEAM. Asimismo ha mencionado que
actualmente siguen brindando atención a la comunidad a través de los servicios médicos, odontológicos y psicológicos de la universidad, y a través de una unidad médica móvil, que se moviliza por Jaramijó, Montecristi, Bahía de Caráquez, Chone, Pedernales y El Carmen.
De León considera que los afectados por el terremoto ya están reinsertados a la sociedad a nivel psicológico, social y médico, debido a que los problemas de salud iniciales han sido superados en un gran porcentaje. No obstante, actualmente
lo que preocupa son las enfermedades tropicales, los problemas parasitológicos y digestivos por contaminación ambiental y alimenticia, además de los problemas respiratorios, productos de la época invernal.
Desde los gremios
En cuanto a los gremios, la
Sociedad Ecuatoriana de Fisioterapia (SEF) y la
Federación Médica Ecuatoriana (FME) han sido dos entidades que han se han preocupado por brindar atención a los damnificados a lo largo de todo este tiempo.
La SEF con su proyecto de
Apoyo Humanitario ‘Terremoto Ecuador 16A’ ha realizado 12 brigadas de Fisioterapia a la zonas del desastre, donde nos solo han realizado donaciones sino también atención fisioterapéutica a problemas respiratorios, traumatológicos y neurológicos a los damnificados y población en general.
A
ctualmente están promoviendo un programa de Rehabilitación en Base a la Comunidad para crear dos centros de rehabilitación accesibles para todas las personas en zonas rurales, donde se puedan incorporar fisioterapeutas locales que puedan dar seguimiento a los pacientes.
José Eras, presidente de la FME.
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De su parte
la FME también se ha preocupado por la salud de los damnificados y ha desarrollado donaciones de medicamentos y otros insumos, además de brigadas médicas.
Es esta ocasión, por el aniversario del terremoto, la FME junto a una organización sin fin de lucros de Estados Unidos, ha realizado una caravana para dar
atención médica, psicológica, psiquiátrica y odontológica en Nuevo Pedernales y la Punta del Mico, dos barrios de Pedernales “donde hay demasiada pobreza y poca atención por parte de las autoridades”, ha declarado
José Eras, presidente de la FME.
En estos lugares además se donarán kits de salud, medicinas, vestimentas y canastas de alimentos. También se recolectará información para ver los factores de riesgo y hacer prevención de enfermedades trasmisibles, de síndrome postraumático, neurosis, entre otros problemas de Salud Mental que “
se han detectado en una alta prevalencia”, ha expresado Eras.
Asimismo sostuvo que
es importante continuar dando atención (desde cualquier iniciativa) en las zonas afectadas por el terremoto porque aún existen aspectos sociales que preocupan como la insalubridad, violencia, enfermedades trasmisibles e infectocontagiosas, así como la falta de agua, de comida y de trabajo.
Iniciativa individual
Carlos Medina, médico psiquiatra.
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Carlos Medina, médico psiquiatra, quien a lo largo de este año
ha participado en algunas brigadas de ayuda médica, ha hecho capacitaciones sobre cómo la población debe organizarse frente a condiciones de desastres para superar los problemas comunitarios después del terremoto.
“
Mi objetivo siempre ha sido el de capacitar a los líderes comunitarios en cómo enfrentar los problemas de ansiedad, de depresión, de pánico y psicosociales, así como logren organizarse en grupos psicoterapéuticos para que puedan resolver ellos mismo sus demandas”, ha asegurado Medina, quien ha estado brindando apoyo humanitario en Calceta, Jama, San Vicente y Portoviejo.
Medina ha visto que, a lo largo de este año,
la Salud Mental de las personas se está deteriorando por las situaciones críticas que están pasando en las comunidades rurales, en los campamentos y en los refugios.