AVANCE TERAPÉUTICO
Ya no es utopía la curación del linfoma con los nuevos medicamentos biotecnológicos
Importantes hitos se han producido en el tratamiento del linfoma no Hodgkin
Nicolás Jara Orellana, hematólgo.
|
Cristina Coello. Quito
El linfoma es
uno de los tumores más frecuentes en el país, con una incidencia de 12 a 14 pacientes por cada cien mil habitantes al año, pero ha sido una de las enfermados que marca hitos respecto a la evolución y posibilidad de cura, ha señalado a REDACCIÓN MÉDICA el hematólogo,
Nicolás Jara Orellana.
Hace 40 años el linfoma “respondía muy bien a la quimioterapia, pero los pacientes recaían con mucha facilidad” y desde entonces
las terapias han evolucionado de tal forma que hoy los tratamientos pueden ofrecer la cura de la enfermedad, dependiendo de varios factores, ha considerado Jara.
A decir del especialista, en la evolución de la terapia se pueden considerar dos hitos que han provocado esta
nueva perspectiva del pronóstico de los linfomas, por un lado, la introducción de los medicamentos biológicos que dio la posibilidad de usar anticuerpos específicos en contra de las células tumorales y por otro lado el
trasplante de células hematopoyéticas
Mayor eficiencia
Con la introducción de la segunda generación de biológicos innovadores “se ha mejorado muchísimo la eficiencia del tratamiento, sobre todo en la posibilidad de una sobrevida mucho más larga y
la respuesta inicial al tratamiento”, ha añadido.
El hematólogo ha insistido en que los medicamentos biotecnológicos “no solo evitan que un paciente recaiga (con la enfermedad), sino que además podemos conseguir mucha
más eficiencia en el tratamiento sobre todo en linfomas de difícil respuesta”.
“Con este tipo de terapias
el objetivo es curar al paciente y su uso se justifica plenamente. En linfoma estamos hablando de más de un 70 a 80 por ciento de pacientes que tienen una sobrevida mayor a 5 años”, por supuesto el especialista se ha referido a quienes han sido tratados adecuadamente.
Jara ha aclarado que en Oncología la mayoría de pacientes son atendidos en el sector público del sistema nacional de salud, en donde
la accesibilidad a este tipo de medicamentos puede ser limitado, por lo que es necesario definir políticas de salud que trasciendan y beneficien a todos los ecuatorianos
Según Jara, “estamos dando pasos muy importantes y la industria farmacéutica tiene que ir a la par de la epidemiología del mundo. Por eso
en cáncer tenemos una gran evolución en el tema de terapias para muchos tipos de cáncer, entre ellos los linfomas”.
Un cáncer subdiagnosticado
De allí que ha hecho
un llamado al nivel primario de atención para evitar o disminuir el subdiagnóstico, muy frecuente en linfoma no Hodgkin y se haga una derivación oportuna. “Estos pacientes no van directamente al especialista y están siendo tratados de manera inadecuada, con diagnósticos erróneos”.
A eso se suma que en nuestro país existe una distribución inadecuada de hematólogos y oncólogos, concentrados en grandes ciudades, lo que
dificulta el acceso a un diagnóstico y tratamiento oportuno.
Por ello ha recomendado a los profesionales “siempre
tener en la mente este tipo de patologías. Hay pacientes que pueden tener síntomas que nos sugieran esta enfermedad y evidencia física” como la inflamación de ganglios, pérdida de peso, sudoración nocturna y fiebre”.
El linfoma
El linfoma no Hodgkin (LNH) es un tipo de cáncer de la sangre que
comienza en los glóbulos blancos, conocidos como linfocitos, que son un componente clave del sistema inmunológico.
Existen diferentes tipos de tratamientos disponibles. La elección de uno u otro dependerá del estadio, subtipo histológico, edad y estado general del paciente.